«Si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, podemos esperar un flujo constante de estas enfermedades».
En medio de la pandemia del nuevo coronavirus, cuyo origen animal no genera dudas en la comunidad científica, la ONU ha publicado este lunes un extenso informe enfocado en la prevención de los brotes de las enfermedades zoonóticas, las que se transmiten de animales a humanos.
Los principales factores que provocan su aparición son antropogénicos y varían desde la intensificación insostenible de la agricultura, la expansión de las infraestructuras y urbanización, el aumento de los desplazamientos, el transporte y la demanda de proteína animal, hasta el cambio climático.
La explotación humana de los recursos naturales y especies destruye los hábitats naturales de los animales y nos pone en un contacto más estrecho con los representantes de la fauna que son reservorios naturales de muchos virus y bacterias que pueden resultar extremadamente peligrosas para la gente, como ha sucedido con el covid-19.
El nuevo coronavirus no es el único ejemplo de las enfermedades zoonóticas, cuya propagación entre la población se intensificó por el impacto humano. Otras enfermedades de este tipo incluyen el ébola, MERS, el virus del Nilo Occidental, la fiebre del valle del Rift, zika o la peste bubónica, infección de la que se ha registrado un nuevo brote a principios de este mes en Mongolia luego de que dos personas comieran carne de marmota cruda.
«Podemos esperar un flujo constante de estas enfermedades»
«La ciencia es clara: si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, podemos esperar un flujo constante de estas enfermedades saltando de los animales a los humanos en los años venideros», advirtió la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen.
«Pandemias como la ocasionada por el brote de covid-19 son un resultado previsible y pronosticado de la forma en que el ser humano obtiene y cultiva alimentos, comercia y consume animales, y altera el medio ambiente», resume el informe de la ONU.
«Dado que un único brote de zoonosis puede representar un costo mundial de varios billones de dólares estadounidenses, la prevención es una opción mucho más rentable que la acción», concluye.