De los que han necesitado apoyo psicológico, sólo el 19.2 lo han recibido, ya sea de manera presencial o en línea.
El viernes pasado, se realizó el Simposio Virtual sobre Salud Mental y COVID 19. La investigación HÉROES en la región de las Américas, realizado por la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) cuyo objetivo es examinar los problemas de salud mental de los trabajadores de servicios de salud, al evaluar los síntomas depresivos, de ansiedad y estrés, tanto en personal clínico, como administrativo, de limpieza y alimentación que se desempeñan en distintos contextos sanitarios, incluyendo no solo hospitales, sino también centros de atención primaria, residencias de adultos mayores, entre otros y que han interactuado o pueden interactuar con personas con COVID 19 o con sospecha del mismo. El estudio está siendo realizado por la Universidad de Chile y la Universidad de Columbia, en conjunto con otras instituciones de más de 25 países siendo representativos, Chile y nuestro país.
Resulta muy interesante que se incluyeran no sólo médicos y enfermeras, sino también auxiliares, administrativos, odontólogos, trabajadores sociales, primeros auxilios y psicólogos. Dentro de las preguntas que se realizaron se cuestionó si han necesitado apoyo psicológico independientemente de haberlo recibido o no y en Mexico, el 70.4 % respondió que no, contra un 29.6 % que sí. A diferencia de Chile, donde un 55.5% consideró que sí, contra un 44.5% que no. De los que han necesitado apoyo psicológico, sólo el 19.2 lo han recibido, ya sea de manera presencial o en línea. Lo anterior nos lleva a cuestionar ¿qué sucede con la salud mental de los trabajadores de la misma, durante ésta pandemia?
El trabajo en salud mental, se da generalmente desde condiciones muy distintas que atraviesan pacientes y profesionales. Normalmente el trabajador de salud mental, se encuentra observando desde fuera la situación del paciente y lo guía hacia el mejor manejo de sus síntomas, pero en ésta pandemia, el profesional de la salud mental está lidiando con la misma situación que el paciente, lo que genera una condición muy particular. Dicha condición, está generando un mayor desgaste en los profesionales que a la vez que guiamos a los pacientes, estamos manejando también nuestros niveles de estrés, alteraciones del sueño, miedo al contagio y empeoramiento de trastornos mentales preexistentes.
Los trabajadores de la salud mental estamos en riesgo de sufrir un mayor desgaste laboral, por el incremento en la demanda de nuestros servicios tanto de parte de la población en general, como de parte de los trabajadores de la salud, que se están enfrentando en primera línea contra el COVID 19, lo que nos ha llevado a tener menos tiempo libre, a lo que sumamos, la presión que nos genera el mantener los mismos niveles de atención para asesorar a los pacientes sobre el trauma que también estamos experimentando y la adaptación en muchos casos a la terapia online, que exige una comunicación poco natural al no contar con los elementos del lenguaje corporal o enfrentarse a los problemas de conexión. Aunado a todo esto, están las dificultades económicas que gran parte de la población está atravesando y que está llevando a interrumpir tratamientos, lo que repercute en la necesidad de generar estrategias de apoyo para no dejar a los pacientes que lo necesitan, sin soporte emocional.
La gran pregunta es ¿quién nos apoya a nosotros? También somos seres humanos y necesitamos desconectar un poco para distraernos, relajarnos y regresar con la misma disposición que antes, así que no te desesperes si no te respondemos rápidamente o no tenemos disponibilidad para atenderte cuando lo necesitas. Tampoco tomes personal el hecho de que no podamos brindar servicio presencial si perdiste a un ser querido por éste virus, pues también tenemos miedo de contagiarnos o contagiar a nuestras familias. No te molestes si nos tomamos algún día libre o no accedemos a darte sesiones demasiado tarde, pues también necesitamos descansar.
Ésta pandemia nos pone en la situación de cuidarnos entre todos y aunque nosotros estemos para contenerte emocionalmente, te pido que pienses que estamos balanceando lo que sentimos internamente para poder apoyarte como es debido.
Desde este espacio, agradezco a todos aquellos pacientes que se han preocupado por mi bienestar emocional y se han adaptado a las condiciones que esta pandemia nos exige. ¡Gracias!
Espero que les haya sido de interés y que recibamos sus comentarios y sugerencias a través de nuestras redes sociales.
¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.