Uso de cubrebocas, lavado continuo de manos, la sana distancia y aplicación de las medidas preventivas de higiene, las mejores armas para la gente.
Para no contagiarse de COVID-19 hasta el momento la mejor defensa sigue siendo el quedarse en casa, guardar la sana distancia y continuar con las medidas preventivas de higiene, como es el uso del cubrebocas, careta, aplicación de gel desinfectante con base alcohol del 70%; no tocar ojos nariz y boca con las manos sucias y el lavado continuo de manos por 20 segundos.
La gente debe estar consciente y en alerta en estos momentos que se está pensando en regresar al ambiente laboral, porque la principal fuente de transmisión para contagiarse del COVID-19 es la vía respiratoria, señaló Rocío Baños Lara, catedrática investigadora de los Posgrados en Biotecnología de la UPAEP.
Subrayó, “es más probable que la persona se pueda contagiar por el virus del COVID-19 proveniente de otras personas que cuando hablan o tosen, las partículas de saliva pueden caer cerca de la otra persona y contraer el virus”.
Pero también, si hay riesgos de contagio en los lugares en donde se conjunten grandes números de personas como son los restaurantes, bares y lugares en donde esté conviviendo la gente y no se lleven a cabo las medidas de higiene sanitaria pertinentes, comenzando por la protección en las mismas personas.
Lamentó que a estas alturas de la pandemia, siga habiendo personas que no creen en la existencia del coronavirus. Agregó, “es un problema de educación y de conocimiento básico de la ciencia y de cómo funciona la biología.
Nuestra labor académica es robustecerla y estar informando de qué está pasando con este virus, de que los alumnos lleven este conocimiento a sus familias, porque es más fácil creer o confiar en estos conocimientos científicos si los tenemos de alguien que está más cercano a nosotros, como un amigo o un familiar”.
Exhortó a las personas a seguir utilizando el cubrebocas y todas las medidas de higiene sanitaria que esté disponible hasta el momento, esto con el fin de pensar que “todos estamos contagiados del virus, para no estar diseminando por todos lados.
Debemos hacer caso a las personas que saben sobre el tema, como son los médicos, virólogos o epidemiólogos, entre otros y seguir con los protocolos que se han implementado hasta el momento para reducir el número de personas contagiadas”.
Rocío Baños compartió la siguiente información que trabajo de manera coordinada con Monserrat Aguirre Lombardo, para que las personas tengan a la mano una radiografía sobre el comportamiento de este virus que ha paralizado al mundo. Implicaciones del hallazgo de SARS-CoV-2 en diferentes muestras biológicas: Semen y heces fecales. Hasta el día 5 de junio, se han reportado 6,664,908 casos de COVID-19 en todo el mundo, y 391,686 muertes.
En México se han confirmado 105,680 casos y 12,545 muertes. Estos datos tomados del Centro para Ciencia e Ingeniería de Sistemas, de la Universidad Johns Hopkins, colocan a nuestro país en la posición número siete de los países con más fallecimientos.
La Secretaría de Salud del Estado de Puebla, reporta hoy que al 4 de junio se registraron 149 nuevos contagios y 15 muertes, los que se suman al total de 3,601 contagios y 563 lamentables fallecimientos. Informó también que hoy viernes tienen 397 muestras en proceso de ser analizadas.
Según estimaciones hechas con datos de México, se esperaba que el mayor número de casos se presentara a finales de mayo o principios de junio ; en la realidad, el promedio de casos nuevos diarios en la semana del 25 al 31 de mayo fue de 2,334, siendo la semana del mayor número de contagios desde el inicio de la epidemia en nuestro país.
La prueba diagnóstica de SARS-CoV-2, agente causal de COVID-19, se basa en la detección de genes del virus, mediante la técnica llamada reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (real time-polymerase chain reaction, RT-PCR).
Esta detección se hace en exudado nasofaríngeo u orofaríngeo; lavado broncoalveolar, esputo o aspirado endotraqueal; todas estas muestras son de origen respiratorio . Recientemente se ha documentado la identificación del ARN del virus en muestras de saliva, e incluso se ha propuesto que este fluido biológico podría se más valioso para la detección del SARS-CoV-2, porque es menos invasivo para el paciente y es menos riesgoso para el personal de salud que toma la muestra .
Se sabe con seguridad que el SARS-CoV-2 infecta el tracto respiratorio, sin embargo, se ha documentado la presencia de su genoma en muestras que no son respiratorias, específicamente en heces fecales y en semen. Es importante recordar que aunque en un menor número de casos, la COVID-19 se manifiesta con diarrea y vomito (6-8).
Las manifestaciones gastrointestinales de la infección, sugieren que el virus transita por este sistema.
En una investigación hecha con 42 pacientes confirmados con SARS-CoV-2, identificado muestras respiratorias, se reveló que en el 67% de los pacientes el virus se encontró también en heces fecales. Interesantemente, los investigadores no encontraron asociación de la presencia del ARN viral con síntomas gastrointestinales o con la severidad de la enfermedad.
Además, encontraron que el 64% de estos casos positivos en heces, continuaron siendo positivos aún después de que las muestras respiratorias se volvieron negativas a la presencia del virus (9). ¿Qué implicaciones puede tener el hallazgo de material genético del virus en heces?
¿Es posible que el virus pueda replicarse en el sistema gastrointestinal? ¿Es posible que el virus pueda transmitirse de manera fecal-oral? La presencia de otros coronavirus en heces fecales se ha documentado también para el SARS-CoV-1 (10).
Por otra parte, se ha identificado al receptor celular del virus (ACE2) en estómago, duodeno y recto; además en estos tejidos también se ha mostrado indirectamente la presencia de proteínas del virus. Esto sugiere que posiblemente el SARS-CoV-2 pudiera al menos entrar a este tipo de epitelio.
Sin embargo, más evidencia científica al respecto es necesaria. Una manera de explicar la presencia de un virus respiratorio en el sistema gastrointestinal es que posiblemente el paciente llega a tragar secreciones respiratorias. Si el SARS-CoV-2 se transmite de manera fecal-oral, no se ha demostrado, no obstante se sabe que este virus, al menos su ARN, puede encontrarse en el drenaje .
Se sabe que otros coronavirus pueden conservar su capacidad infecciosa aún después de estar en aguas de drenaje por periodos largos de tiempo; por lo que se piensa que los aerosoles de aguas contaminadas pudieran ser una fuente de exposición a los virus .
Por otra parte, se ha reportado ARN de SARS-CoV-2 en muestras de semen.
En un estudio realizado con 38 pacientes con infección aguda o ya recuperados, se mostró la presencia de ARN viral en el 16% (13). Sin embargo no se encontró el ARN viral en otros dos estudios de este tipo (14, 15). ¿Cómo llega el virus al semen? ¿Qué implicaciones tiene este hallazgo en la posible transmisión sexual? No se sabe exactamente cómo llega el virus a los testículos, una teoría es que esto ocurre por la inflamación sistémica, sin embargo, se requiere más investigación para asegurarlo.
El paso de este virus a los testículos pudiera tener otras consecuencias para la salud del individuo, quizás aún para los que no muestren síntomas, y posiblemente en individuos que se recuperan, ya que se sabe que el SARS-CoV-1 causa inflamación testicular, de acuerdo a los hallazgos en pacientes evaluados postmortem (16).
Hasta el momento no se ha documentado ningún caso de transmisión del SARS-CoV-2 por vía sexual.
Sin embargo, el solo contacto físico de dos individuos significa un riesgo de contagio. Es importante recordar que algunos individuos pueden estar infectados asintomáticamente y ser diseminadores de la enfermedad (17, 18).
¿Es posible el contagio de COVID-19 en un intercambio sexual?
Si ambos individuos han guardado la cuarentena en la misma casa, y han minimizado las exposiciones con otras personas, la posibilidad de contraer COVID-19 por el contacto previo y durante el sexo, es mínima.
Sin embargo, si la pareja no vive en la misma casa, o uno de los dos individuos sale de casa y tiene cercanía física con otras personas, el riesgo de contraer COVID-19 por el contacto físico con la pareja es mayor (19).
Mientras no exista una vacuna eficaz y segura para prevenir la infección con SARS-CoV-2, o un tratamiento, la única manera de prevenir la COVID-19 es evitar el contagio.
Minimizar la exposición al virus es crucial sobre todo en estos días en los que estamos cerca de alcanzar el mayor número de casos y la ocupación total de camas de hospitales. Por ello es importante recordar:
1. Quedarse en casa en la medida de lo posible. 2. Evitar saludos que impliquen contacto físico. 3. Mantener una distancia de 1.5 metros con otras personas (sana distancia). 4. Higiene de manos frecuente (con agua y jabón o gel base alcohol). 5. Uso de barreras físicas para protección personal (cubrebocas y goggles o caretas), así como 6. Evitar tocar ojos, nariz o boca.
Monserrat Aguirre Lombardo es Química Farmacobióloga por la BUAP, y Maestra en Salud Pública por la UPAEP. Actualmente es responsable del laboratorio en el Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP. *Ma. del Rocío Baños-Lara es Química-Farmacobióloga por la BUAP, Maestra en Ciencias Microbiológicas por la BUAP, y Doctora en Ciencias Bioquímicas por la UNAM. Actualmente es profesora-investigadora en UPAEP y es directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP.
Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt (Nivel I), y es miembro de la Sociedad Mexicana de Virología y la Sociedad Americana de Virología.