El luto oficial hasta el 5 de junio es el más largo de la historia democrática de España, posterior a la dictadura del general Francisco Franco.
Muchos españoles se vistieron de negro y guardaron silencio en toda la nación al mediodía del miércoles, al comienzo de 10 días de luto por los más de 27.000 muertos debido al brote de coronavirus en el país.
Algunas personas se pusieron mascarillas negras, el Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio, al igual que la familia real en el exterior del Palacio de la Zarzuela, y las banderas ondearon a media asta para honrar a los fallecidos durante uno de los episodios más traumáticos de la historia moderna de España.
“Todos nos sentimos hoy huérfanos de tantos de nuestros mayores, deseando haber podido agradecerles todo cuanto hicieron por nosotros”, dijo la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
El luto oficial hasta el 5 de junio es el más largo de la historia democrática de España posterior a la dictadura del general Francisco Franco que siguió a la guerra civil de 1936-1939.
España, una de las naciones más afectadas por la pandemia, ha registrado 27.117 muertes y 236.259 casos, y ha estado bajo estrictas medidas de confinamiento que incluso han impedido que los niños salgan de sus casas para tomar aire fresco durante semanas.
“NO REPITAMOS LOS MISMOS ERRORES”
A principios de abril, el virus cobró 950 vidas en un día. Ahora, con cifras de menos de 100 muertes diarias en los últimos días, España está volviendo lentamente a una nueva normalidad mientras se reabre la economía, aunque con distanciamiento social.
En las últimas semanas también ha habido muestras de indignación por parte de la ciudadanía debido a la gestión de la crisis por parte del Gobierno, con algunas protestas callejeras.
A pesar de que el Gobierno ha insistido en que nadie se quedará atrás y que destinará miles de millones de euros en ayuda a los damnificados, la coalición de izquierda del presidente del Ejecutivo Pedro Sánchez ha sido criticada por mensajes contradictorios y la cuantía de las ayudas destinadas a algunos sectores.
“Es necesario un homenaje a los muertos, no sólo para ellos, sino para que la sociedad asuma todo lo que ha pasado y no repitamos los mismos errores”, dijo Ramón, un jubilado de Madrid, que usaba una mascarilla negra para señalar el duelo.