Fueron 84 fallecimientos en las últimas 24 horas. “Sigue siendo una tragedia, no cabe duda, pero en general son buenas noticias”, destacó el gobernador Andrew Cuomo.
Cualquier muerte es una tragedia, pero es imposible no animarse cuando ese número decrece. Así, al menos, lo siente el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo. Allí, por primera vez desde que se registró el pico de la pandemia del nuevo coronavirus, se registraron menos de 100 muertes diarias por COVID-19. En concreto fueron 84 los fallecidos en las últimas 24 horas.
«Sigue siendo una tragedia, no cabe duda, pero en general son buenas noticias», resaltó en su conferencia de prensa de este sábado. «Siempre tuve en mente bajar de 100. Es una buena señal.
Estamos haciendo avances y me siento muy bien con eso», agregó. Es la cifra más baja desde el 24 de marzo. Además, supone un importante descenso con respecto a los 109 muertos de los que se informó el viernes.
Y, naturalmente, de lo ocurrido en la primera quincena de abril, cuando se alcanzó el pico de la pandemia en este estado, el más afectado del país, con más de mil muertes por día.
En total el estado de Nueva York concentró casi 29.000 de las 96.000 muertes por coronavirus en Estados Unidos, mientras que los contagiados rondan los 370.000 cuando en todo el país es de 1.611.691 y 350.135 el número de pacientes recuperados, según el último balance actualizado por la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Con la disminución de las nuevas hospitalizaciones, el gobernador destacó que el Estado espera reabrir la región central de Hudson y Long Island.
De esta forma, los condados de Westchester, Rockland, Dutchess, Orange, Putnam, Sullivan y Ulster reabrirán el martes mientras los equipos de rastreadores de contacto en el área completen la capacitación en línea.
En tanto, Cuomo dijo que las autoridades están considerando reabrir Long Island el miércoles. Por otro lado, al tiempo que se autorizaron reuniones de hasta diez personas con medidas de protección, las playas de la ciudad de Nueva York permanecerán cerradas durante el fin de semana del Día de los Caídos, mientras que las playas estatales permanecerán abiertas solo para residentes.
A raíz de eso, Cuomo llamó a la cautela durante este fin de semana largo, que suele representar el inicio no oficial de la temporada de verano, con más gente viajando y reuniéndose en playas y parques debido al buen tiempo.
Con el inicio del desconfinamiento, la que todavía no está en condiciones de cumplir los requisitos es el área de la Gran Manzana, la más impactada, en la que el Ayuntamiento estima hacerlo la primera mitad de junio.
Por último, Cuomo recordó que prácticamente un tercio de quienes se contagian del virus nunca muestran síntomas y pueden estar propagándolo, por lo que instó a la población a hacerse test, a cubrirse el rostro en situaciones de contacto con otras personas y a no hacer «fiestas de diez personas» solo porque se les permita, tras autorizarlo este viernes.