El primer ministro Boris Johnson invocó el “heroísmo de incontables personas normales” en su tributo a los millones de británicos que combatieron y sobrevivieron a la guerra.


Los británicos guardaron silencio y la reina Isabel tenía previsto dirigirse a la nación este viernes, con motivo del 75 aniversario del Día de la “Victoria en Europa”, aunque el coronavirus frustró las conmemoraciones del final de la Segunda Guerra Mundial en el continente.

Junto a millones de personas en todo el país, el príncipe Carlos guardó dos minutos de silencio al exterior de la residencia familiar de Balmoral, mientras que aviones militares sobrevolaron las cuatro capitales de Reino Unido y se planeaban fiestas con té y cantos al estilo de los años 40 en las casas.

Los planes originales de celebrar grandes eventos para conmemorar el día en que las fuerzas aliadas aceptaron la rendición incondicional de la Alemania Nazi fueron reducidos después de que el gobierno prohibió las reuniones sociales desde marzo para frenar la propagación del coronavirus.

Un desfile de veteranos y otros eventos que contaban con la participación de público fueron suspendidos, pero las banderas y pancartas seguían ondeando, y la gente confinada en casa disfrutó de un día de programas especiales en televisión y radio. En los blancos acantilados de Dover, un solitario gaitero tocó mientras pasaban aviones de guerra Spitfire.

El primer ministro Boris Johnson invocó el “heroísmo de incontables personas normales” en su tributo a los millones de británicos que combatieron y sobrevivieron a la guerra. “Hoy debemos celebrar su logro y recordar su sacrificio”, dijo Johnson en un discurso publicado en Twitter.

“Somos gente libre por todo lo que hicieron nuestros veteranos. Ofrecemos nuestra gratitud, nuestro agradecimiento de corazón y nuestra promesa solemne: serán recordados siempre”.

También hubo conmemoraciones en países como Francia, donde el presidente Emmanuel Macron encabezó la tradicional ceremonia ante la Tumba del Soldado Desconocido. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, invocó la cooperación de los aliados en tiempos de guerra en telegramas a su homólogo estadounidense, Donald Trump, a Johnson y otros líderes, sugiriendo que se reinstaure esa unidad para afrontar los problemas de hoy día.

En Alemania, donde el nazismo, el Holocausto y la devastación de la guerra siguen modelando la identidad y la política, la canciller Angela Merkel y el presidente Frank-Walter Steinmeier depositaron coronas de flores en el Memorial a las Víctimas de la Guerra y la Dictadura en Berlín.

En el marco de las celebraciones, tras el discurso de la reina a las 2000 GMT, se animó a los británicos a abrir sus puertas y cantar juntos en todo el país la emblemática canción “We’ll meet again” de Vera Lynn.

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