Estos materiales tienen la particularidad de absorber eficazmente la radiación de microondas; lo cual ha permitido desarrollar un sistema de calentamiento por microondas
El centro tecnológico del plástico Aimplas, completó su participación como coordinador en el proyecto europeo Gramofon, que permitió desarrollar un proceso de captura de dióxido de carbono (CO2) basado en nuevos nanomateriales y en energía microondas.
De esta forma, se logró contribuir al Objetivo de Desarrollo Sustentable número 13 de las Naciones Unidas de Acción por el Clima a través de la descarbonización, con la ventaja de hacerlo a un coste inferior al que tienen las tecnologías empleadas hasta ahora, precisó AIMPLAS.
Durante los 42 meses de duración del proyecto, se desarrollaron materiales y sistemas eficientes de captura de dióxido de carbono procedentes de emisiones industriales de tipo postcombustión.
“Concretamente, materiales como los aerogeles de grafeno modificados, o los MOFs (Metal Organic Frameworks) han mostrado capacidades muy elevadas de captura de CO2 y de una manera muy selectiva frente a otros gases”, subrayó el centro tecnológico.
Explicaron que estos materiales tienen la particularidad de absorber eficazmente la radiación de microondas; lo cual ha permitido desarrollar un sistema de calentamiento por microondas para desorber el CO2 capturado con un coste energético muy reducido frente a otras opciones térmicas más tradicionales.
En una última etapa del proyecto también se observaron interesantes propiedades de estos materiales adsorbentes, como por ejemplo su carácter catalítico. Así, su empleo en la síntesis de productos químicos de alto valor añadido como fueles, alcoholes, carbonatos o poliuretanos hará posible una reducción del uso de CO2 empleado hasta ahora.
“El conocimiento adquirido en estos años sobre los adsorbentes de Co2 permite abrir grandes posibilidades de futuro en la implantación de estos nuevos sistemas eficaces en plantas industriales que reduzcan de manera evidente las emisiones”, puntualizó Aimplas.
El proyecto contó con un presupuesto de 4.2 millones de euros y en él han participado un total de nueve socios entre empresas, universidades y centros tecnológicos, recibió financiación del programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 bajo el acuerdo de subvención número 727619