A través de las redes sociales, se pide el apoyo para esta persona de la tercera edad y quien decida hacerlo, lo puede concretar en la calle San Claudio y 22 Sur o en el 2211071837.
El sol a plomo que afecta Puebla y donde se vive una psicosis por el COVID-19 que convirtió al municipio en un pueblo fantasma por el cierre temporal de negocios y calles del centro de la ciudad, no impide que algunos grupos vulnerables trabajen de manera honrada para ganarse unas monedas y subsistir en el día a día.
Ejemplo de lo anterior es un abuelito de 85 años, quien convierte a Ciudad Universitaria de la BUAP, en su centro de trabajo para vender porta credenciales en las principales avenidas, a pesar de que no hay clases a consecuencia de esta pandemia.
Los conocidos ubican a este abuelito como Eduardo Barbosa, quien ha demostrado que los a 31 grados centígrados del sol a plomo, no lo derrotarán para vender estas micas que le permitan un ingreso para el sustento de su familia.
Parece que el Coronavirus no le asusta, pues las arrugas en su rostro que se acompañan por una barba llena de canas, demuestran que ha sobrevivido a cosas peores como los sismos de 1985, 1999 y 2017, además de la crisis sanitaria de la influenza H1N1.
Con su pantalón café y camisa azul, además de una gorra roja que lo cubre del sol, se sienta en un paradero de Ciudad Universitaria, para tratar de vender sus porta credenciales a los automóviles, esto ante la ausencia de los miles de estudiantes que lo conocen desde hace años.
Sabe que si se queda en casa no tendrá el apoyo económico de algunos vehículos que en cierto momento se podrían frenar por el semáforo rojo y decidir comprarle su producto.
UN LOBO NUNCA AÚLLA SOLO
A través de las redes sociales, se pide el apoyo para esta persona de la tercera edad y quien decida hacerlo, lo puede concretar en la calle San Claudio y 22 Sur o en el 2211071837.
Cabe decir la que ayuda sí llegó. Jóvenes universitarios y personas que viven alrededor de CU llevaron a Don Lalo alimento, dinero y productos de limpieza para que pueda quedarse en casa y no poner en riesgo su vida, ante la penadmia.
Con el mensaje de que “un lobo nunca aúlla solo”, poblanos se solidarizan con Don Eduardo y entregan despensas y dinero en efectivo para apoyarlo ante el COVID-19.