“Una estancia con servicio de hotel, pero sin otros huéspedes del hotel”. Esto quiere decir que ningún huésped tendrá interacción con extraños.
La pandemia del nuevo coronavirus está golpeando fuerte la industria turística. Se han cerrado fronteras, las aerolíneas se han visto obligadas a reducir drásticamente sus rutas y los hoteles están casi vacíos, pues han recibido más solicitudes de cancelaciones que de reservaciones en estos días y durante las próximas semanas.
Bien dicen que la adversidad te empuja a ser creativo. Y Le Bijou, un apart-hotel boutique de gran lujo con propiedades en varias ciudades de Suiza -Zúrich, Berna, Basilea, Ginebra y Lucerna-, entre otras, es un ejemplo de ello.
Ante la inminente caída de sus reservaciones, la firma creó el Covid-19 Service, un paquete que incluye estancia y prueba de coronavirus con un valor de 500 dólares, más “amenidades” adicionales como visitas médicas para quienes sufren de algún padecimiento ajeno al virus del momento, cuidado de enfermera y traslado de urgencia si es necesario.
Esta no es una oferta para personas con la enfermedad ya diagnosticada, si no para aquellas que deseen y puedan vivir una cuarentena obligatoria, pero de alta gama, con todas las comodidades, sin exponerse a contagios y que, por sus condiciones médicas, no quieran arriesgarse yendo a los hospitales locales.
Clientes que gozan de buena salud, por supuesto, también son bien recibidos.
Le Bijou dispone de check in automatizado, concierge digital (aunque siempre estará en persona para atender al huésped), servicio médico al cuarto con un costo adicional, revisión dos veces al día por parte de una enfermera (1,800 dólares) o de tiempo completo (4,800 dólares), prueba de nuevo coronavirus ya incluida en la tarifa, entrega de comida o servicio personalizado de chefs.
Estos servicios son proporcionados en colaboración con Double Check, una clínica suiza.
El personal de limpieza, de cocina y de servicio al cuarto cumple estrictos estándares de higiene para protegerse tanto ellos mismos como a los huéspedes. Como todo en la vida, siempre hay un pero: la suite se limpia a profundidad antes de la llegada del huésped y después de que éste haga su check out.
Antes de la pandemia, las tarifas rondaban entre los 800 y 2,000 mil dólares por noche, por suite. Según el diario The Washington Post en este hotel han dormido miembros de la familia real de Arabia Saudita, el cofundador de Apple Steve Wozniak, y Jordan Belfort, autor de El lobo de Wall Street, entre otras personalidades más.
Más que suites, la firma ofrece departamentos de diseño, con tecnología de última generación, en cuya decoración destaca la madera fina, la vanguardia y calidez de un mobiliario creado exclusivamente para el hotel por un diseñador que ha sido multipremiado.
En su página anuncian experiencias hechas a la medida con servicios como helicóptero o jet privado, seguridad adicional o estancias incógnitas.
Más allá de estos momentos de crisis sanitaria, su lema es “Una estancia con servicio de hotel, pero sin otros huéspedes del hotel”. Esto quiere decir que ningún huésped tendrá interacción con extraños.