Ahora sí, son días de guardar. Estamos a tiempo de evitar un escenario catastrófico por el Coronavirus.

Cuando se acerca la Semana Santa, la tradición marca que -sobre todo el jueves y viernes Santos- son días de guardar, de quedarse en casa, practicar la reflexión y arrepentirse de los pecados cometidos.

Pues este año, el Coronavirus llegó a México apenas unas semanas antes de esta temporada y ¿qué crees? nos trajo consigo no sólo dos días, sino, al menos, un mes de guardar, reflexionar y pensar qué estamos haciendo de nuestra vida.

Despreocupados, como somos, muchos mexicanos aún nos resistimos a pensar que por 30 días, tenemos que limitar nuestras salidas a lo mínimo estrictamente necesario, que no podemos tocarnos unos a otros y que estaremos obligados a convivir con nuestras familias casi 24 horas seguidas.

Mucho aún salen. Van a centros comerciales, planean sus vacaciones y si no fuera porque ya se cancelaron, estarían en partidos de fútbol o en los conciertos de sus artistas favoritos, como ocurrió con el (irresponsable) Vive Latino.

Sin embargo, con 93 casos de Covid-19 confirmados (9 en Puebla más un asintomático), estamos a tiempo de evitar las imágenes catastróficas que se vieron en China, luego en Italia, después en España, en Estados Unidos y ahora en Francia.

Por eso, es momento de tomar nosotros las decisiones que el gobierno no quiere «imponer». Evitar las concentraciones, no juntar a niños con adultos mayores. Asearnos constantemente y limpiar todo constantemente, también.

Cuidar a las poblaciones en riesgo, sobre todo a los adultos mayores y a las personas con enfermedades crónico-degenerativa, así como las mujeres embarazadas.

Los gobiernos, especialmente, los alineados al federal, no quieren extremar medidas aún y aunque económicamente es entendible, porque ninguna economía familiar aguantaría dos o tres meses en encierro total, es momento de que como sociedad tomemos el liderazgo y demostremos que los mexicanos podemos organizarnos para mucho más que una carne asada, la fiesta del pueblo o enviar ayuda tras un sismo.  También es momento de evitar la desinformación y las falsas noticias, y de evitar la politización del tema.

Esas voces, esas sirenas, deben ser ignoradas.  Hasta la próxima. Recuerden que pueden escribirme a redaccionenvivomx@gmail.com @garturocc