La nueva app toma en torno a 10 minutos de tiempo del usuario y proporciona instrucciones claras sobre cómo tomar imágenes desde los ángulos que precisa el estudio.
Antropólogos de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) han lanzado una aplicación para teléfonos inteligentes y pretenden acumular, con su ayuda y también la de miles de usuarios, una vasta colección de fotografías de manos. Ese banco de imágenes es necesario para poder diferenciar e identificar a personas implicadas en delitos sexuales contra niños.
Los algoritmos diseñados dentro del programa ‘H-Unique’ ayudarán a la Policía a vincular a los sospechosos con las imágenes de sus manos que aparezcan en los videos clandestinos de abusos a menores, donde los rostros normalmente se mantienen ocultos. Solo es imprescindible que se entrenen previamente con al menos 5 mil imágenes, estiman los autores en un comunicado.
En los videos que algunos delincuentes comparten en línea, el dorso de las manos está a menudo entre las pocas características visibles del abusador, sostienen la antropóloga forense Dame Susan Black y su equipo. Aún hace falta comprobar si nuestras manos son realmente únicas, al observar las diferencias anatómicas causadas por el desarrollo, la genética, el envejecimiento, el medio ambiente e incluso los accidentes.
«Sabemos que características como patrones de venas, pliegues de la piel, pecas, lunares y cicatrices son diferentes entre nuestras manos derecha e izquierda, e incluso diferentes entre gemelos idénticos», comentó la profesora Black. Lo que se pretende ahora es «ofrecer un cambio radical en la ciencia para poder analizar y comprender todos los factores que hacen que una mano sea única».
La nueva aplicación, lanzada este jueves, toma en torno a 10 minutos de tiempo del usuario y proporciona instrucciones claras sobre cómo tomar imágenes desde los ángulos que precisa el estudio.
Los autores aseguran que el envío será anónimo y el material recabado solo se utilizará como parte de una base de datos de investigación, que no van a compartir con ninguna agencia externa. Además, cuando terminen el trabajo, tienen programado destruir todas esas fotografías.