Según estadísticas en Tlaxcala hay 166 mil fumadores, los cuales desechan diariamente un millón 162 colillas, la mayoría son abandonadas en las calles.
Si entre tus propósitos de año nuevo está dejar de fumar para mejorar tu salud, aquí te presentamos otra razón para renunciar a los cigarrillos de manera definitiva, ya que las colillas de cigarro contaminan más al medio ambiente que los popotes.
Está demostrado que una colilla de cigarro puede contaminar hasta 50 litros de agua potable, este enemigo del medio ambiente contienen más de 4 mil sustancias, entre ellas cadmio, alquitrán, tolueno o arsénico, que tienen efectos muy negativos no solo para las y los fumadores sino también es veneno para la flora, fauna, y ecosistemas enteros.
En entrevista al respecto, la maestra en Ciencias Biológicas e impulsora de la iniciativa Colillatón “Súmate Toktli”, Hilda Castro Cuamatzi, comentó que en el 2019 llevó a cabo campañas para recolectar colillas de cigarrillos en la ciudad de Tlaxcala, dando como resultado la colecta de 13 mil 267 colillas en las campañas de agosto (2 mil 100) y diciembre (11 mil 167), siendo las jardineras, macetas, calles, y hasta marcos de ventanas donde se localizaron la mayor cantidad de desechos.
La bióloga comentó que con el retiro de las 13 mil 267 colillas de las calles de Tlaxcala, se logró prevenir la contaminación de 663 mil 350 litros de agua, además se evitó que esos desechos permanecieran más de cinco años en el medio ambiente, ya que es el tiempo que tardan en degradarse, en comparación con los popotes que tardan más de 100 años y contaminan al ser arrastrados a ríos y mares.
Castro Cuamatzi, también expuso que la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, dio cuenta que en Tlaxcala hay 166 mil fumadores los cuales en promedio consumen siete cigarrillos al día lo que significa que producen diariamente hasta un millón 162 mil colillas que no son tan notables a primera vista como los plásticos, unicel, botellas, y otros desechos, pero que están a diario “debajo de nuestros pies”.
Tras la colecta de colillas abandonadas en las calles, Toktli envía los residuos a la Ciudad de México donde el biólogo, Leopoldo Luis Benítez descubrió un hongo que se come las colillas y en el proceso las deja sin toxicidad, y la celulosa que queda se puede reutilizar en macetas o papel, formando una cadena de impacto.
En este año, Toktli continuará con el reciclaje de colillas, pero también buscará influir en los sectores juveniles para que se sumen a la campaña y de manera permanente se dediquen a levantar cualquier colilla que se encuentren en el camino y así dejar de envenenar al medio ambiente, además porque estas colillas también son utilizadas por las aves para formar sus nidos provocando daños a las especies.