De mantenerse la tendencia de violencia contra las mujeres en el estado este año podría superar en cifras a los feminicidios de 2018.

De un total de 434 feminicidios registrados de 2013 a 2018 en Puebla, solo en 20 se ordenaron sentencias condenatorias, lo que significa que la impunidad está relacionada con el 95 por ciento de los casos.

Así lo reveló Paulina Ortiz, vocera del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos AC (Odesyr), quie en entrevista informó que de 2013, año en el que se tipificó el feminicidio como delito grave, a lo que va de 2019; su organización ha registrado un total de 514 feminicidios, por lo que la tendencia de impunidad podría mantenerse al cerrar este año.

La activista refirió que desde 2013, año en que Odesyr inició el registro de feminicidios en Puebla, con base en las notas periodísticas publicadas, la cifra supera los 500 casos.

De ese periodo de seis años, en el que más feminicidios se registraron fue 2017 con 102 casos, mientras que un año anterior se registraron 82 casos.

En 2013 y 2015, Odesyr registró 60 casos de feminicidios, respectivamente, mientras que en 2014 hubo 50.

A menos de un mes de terminar 2019 la organización documentó 80 feminicidios –cifra actualizada hasta los primeros días de diciembre– la misma cantidad que en este año.

Estos números contrastan con la cantidad de casos que han terminado en sentencias condenatorias, pues hasta 2018, año en el que sumaban 484 casos, solo se habían emitido 20 sentencias condenatorias contra feminicidas.

Aunque aún falta el cierre de 2019 para determinar en qué medida continúa la impunidad, es probable que la proporción se mantenga.

De mantenerse la tendencia de violencia contra las mujeres en el estado este año podría superar en cifras a los feminicidios de 2018.

No obstante, la activista destacó que se observa un patrón en cuanto a la cifra total de feminicidios que se mantiene en los seis años que se han medido.

Asimismo, reconoció que el número podría resultar corto, debido a que hay casos que no se denuncian, así como mujeres reportadas como desaparecidas, cuyos cuerpos no han sido localizados.

A lo anterior se debe de agregar, sostuvo, que la Fiscalía General del Estado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el Instituto Poblano de la Mujer manejan cifras distintas.

Asimismo, refirió que hay cuatro patrones o causales de feminicidio que se repiten en la mayoría de los casos.

El primero es que los cuerpos de las mujeres se han encontrado expuestos en vías públicas como carreteras, caminos y parajes, lo que demuestra el alto grado de impunidad.

“Uno de los mensajes que envían los feminicidas es que tienen tanta seguridad de la impunidad de este delito que pueden transportar un cuerpo de un lado a otro”, expuso.

El segundo patrón o causal es la relación de la víctima de su victimario, tratándose de personas de mucha confianza como su pareja, familiares o conocidos.

Uno de los casos que podrían ser más representativos de ese patrón fue el feminicidio de una joven en San José Los Cerritos, a quien se le vio por última vez el viernes 30 de noviembre y apareció muerta la madrugada del 1 de diciembre.

Se sabe que la víctima salió de su vivienda con su expareja y horas después su cuerpo fue hallado en una calle de esta colonia al norte de la ciudad.

Es decir, había antecedentes de violencia y amenazas en contra de la víctima que vendía gelatinas en la Central de Abasto de Puebla.

Otro caso que revela la cercanía de las víctimas con los presuntos feminicidas fue el de Reina N, quien el pasado 26 de octubre fue asesinada a manos de su marido, en la vivienda que ambos habitaban en el municipio de San Pedro Tlaltenango.

Presuntamente una discusión entre los dos derivó en el crimen, toda vez que el esposo de la víctima no fue capaz de controlar su enojo, tomó un arma blanca y la apuñaló en repetidas ocasiones.

Las heridas ocasionadas a la mujer, en cuello, pecho y estómago, fueron de tal gravedad que perdió la vida y aunque paramédicos llegaron al lugar de los hechos, ya no pudieron hacer nada por ella.

Una tercera causal son los antecedentes de violencia en el ámbito familiar, es decir los casos en que los vecinos o familiares refieren que las víctimas discutían mucho con sus parejas que terminaron asesinándolas.

El cuarto patrón es la incomunicación de las mujeres por parte de los victimarios, lo que se refleja con el elevado número de reportes de mujeres desaparecidas.

Otro caso reciente de feminicidio se registró en la madrugada del sábado 23 de noviembre cuando fueron asesinadas Graciela y María de las Nieves N, de 51 y 76 años, respectivamente, en un domicilio ubicado en la calle 20 Oriente y 18 Norte, colonia Xonaca de la ciudad de Puebla, mismo que fue vaciado y del cual fue sustraído un automóvil Jetta.

De acuerdo con declaraciones de un familiar, en el domicilio no fue localizado un vehículo color plata, propiedad de las víctimas.

Por su parte, la Fiscalía General del Estado realizó las diligencias del levantamiento de cadáver y dio paso a la carpeta de investigación 534/2019.

Ese fin de semana fue hallado el cuerpo calcinado de una mujer en el municipio de Los Reyes de Juárez.

Aunque por esa razón el cuerpo no ha podido ser identificado se presume que podría tratarse de una mujer joven.

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