Los hijos únicos tienden a tener mayor motivación aspiracional, de esfuerzo y persistencia, así como más capacidad de adaptación.

Si eres hijo único tal vez te hayas topado con que las personas que apenas te conocen tengan de entrada una errónea impresión de ti, influenciada sobre todo por las falsas creencias en torno a crecer sin hermanos. ¿Eres hijo único? Esta es la mentira más grande que debes dejar de creer…

Un estudio titulado «El Final del Estereotipo» concluyó que los hijos únicos no son más narcisistas que los que tienen hermanos.

Por mucho tiempo ha existido una falsa creencia de que los hijos únicos son egoístas, caprichosos y solitarios, especialmente desde que Granville Stanley Hall, uno de los psicólogos más importantes del siglo pasado y primer presidente de la Asociación Americana de Psicología, afirmó que “ser hijo único es una enfermedad en sí mismo”.

Desde entonces se ha tratado de ver qué tan cierto esto con elementos científicos, señala un artículo publicado en la BBC. El estudio más reciente, que se efectuó con 2 mil adultos en Alemania echa abajo el paradigma de Stanley Hall.

Al examinar el desarrollo de la personalidad se ha encontrado que no hay diferencias entre personas con o sin hermanos en cuanto a madurez, nivel de cooperación, autonomía, autocontrol o capacidad de liderazgo.

Los hijos únicos tienden a tener mayor motivación aspiracional, de esfuerzo y persistencia, así como más capacidad de adaptación o habilidad para acostumbrarse a nuevas situaciones, que quienes tienen hermanos.

Esta mayor motivación de los hijos únicos puede explicar por qué tienden a cursar más años de formación académica y a ocupar puestos laborales de mayor prestigio que personas con hermanos.

De acuerdo con los resultados de diversas investigaciones, el tener hermanos no influye de manera determinante en nuestras habilidades sociales y cognitivas.

Y cuando hay diferencias, estas sugieren que es mejor crecer sin hermanos para no competir con nadie por la atención, el amor y los recursos materiales de los padres.

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