La ayuda emocional que nos brindan los rituales sirven para procesar con más facilidad el duelo, pues nos proveen un espacio emocional para asimilar la pérdida.
Sin lugar a dudas, la celebración de Día de Muertos en México es una tradición que no sólo resulta fascinante y hermosa, sino que además cuenta con un valor agregado que es su impacto positivo en la resolución del duelo. A pesar de los avances tecnológicos y médicos, el acceso a la información y la gran apertura que se vive actualmente, la muerte sigue siendo un tema tabú en la sociedad, que parece muy preocupada en mantener oculto el dolor y la naturalidad de la misma. Esta sociedad tan superficial, basada en la satisfacción inmediata y la evasión del dolor, puede ser un lugar muy hostil para quienes están atravesando por un proceso de duelo, pero cada año ésta festividad representa una oportunidad para honrar, recordar y llorar a nuestros muertos.
La celebración de Día de Muertos, consiste en la preparación de un banquete para agasajar a nuestros seres queridos fallecidos, ya que según nuestras creencias prehispánicas, tienen el permiso de regresar ese día para compartir tiempo con sus familias y volver a disfrutar de aquello que gustaban en vida, ya sea en sus casas o en los panteones. Es una celebración llena de luz y color, pero sobre todo de la transmisión de la historia familiar a los miembros más jóvenes de la familia, por ejemplo al mostrarles las fotografías de los invitados a dicho banquete, que pueden ser ancestros que no llegaron a conocer, pero que pueden reconocer a través de los legados emocionales y la representación material de sus gustos y aficiones expresadas en la ofrenda. De tal forma, pueden saber que al abuelo que no conocieron, le gustaba el mole que preparaba la abuela, con una receta preservada en la familia y tener la oportunidad, a través de la comida de conectar con el abuelo que no conocieron. A pesar de que la celebración en sí, tiene muchas manifestaciones en los distintos estados del país, la constante es el recordatorio de que la muerte es una transición, pero sobre todo, la certeza de que nuestros seres queridos fallecidos seguirán vivos en nuestros corazones. El Día de Muertos tiene tras el color, la luz y el ambiente festivo, una gran importancia para normalizar el tema de la muerte, para hacerla visible, compartir recuerdos y acercarnos momentáneamente a la idea de nuestra propio fin.
Algunos de los aspectos del duelo que se ven favorecidos a través de las distintas costumbres alrededor del Día de Muertos, se encuentran:
La ayuda emocional que nos brindan los rituales para procesar con más facilidad el duelo, pues nos proveen un espacio emocional para asimilar la pérdida.
Permitir que los niños participen de ésta celebración, representa una oportunidad didáctica para explicar el legado emocional de nuestros ancestros y la naturalidad de la muerte.
Ayuda a recolocar emocionalmente a nuestros seres queridos fallecidos, pues los asumimos ausentes en el plano material, pero presentes en el plano emocional y espiritual.
El colocar una ofrenda en casa, promueve el diálogo sobre la muerte desde los recuerdos agradables que disminuye la angustia propia del duelo.
El contacto con los recuerdos concretos sobre las cosas que les gustaban a nuestros seres queridos, nos ayuda a reforzar su historia de vida y no quedarnos únicamente con el momento o circunstancias de su muerte.
Ayuda a cerrar el proceso de duelo a través de la expresión de aquello que quizás no dijimos en su momento y que al sentir la cercanía de los recuerdos, resulta más sencillo.
La visita a los cementerios ayuda a normalizar el destino del cuerpo físico desde una atmósfera festiva pero real, que lo aleja de la visión aterradora de las películas hollywoodenses.
Por todo lo anterior, resulta muy enriquecedora la tradición de Día de Muertos no sólo en el aspecto cultural, sino también en el aspecto emocional pues como vimos es un coadyuvante muy valioso para la confrontación con la muerte real y representa una valiosa oportunidad para tratar el tema con los niños.
Ustedes ¿qué tradiciones tienen en el Día de Muertos? ¿Consideran que les ha servido para atravesar sus procesos de duelo? Nos interesan sus respuestas y pueden hacérnoslas llegar a través de nuestras redes sociales.
¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.