En una victoria sorpresiva, la actriz y creadora de la serie “Fleabag”, Phoebe Waller-Bridge, ganó el premio a mejor actriz de comedia.
El drama medieval “Juego de Tronos” y la comedia británica “Fleabag” ganaron los mayores honores en la ceremonia de los Emmy celebrada el domingo, en una noche repleta de sorpresas que premió a muchos recién llegados en lugar de a los favoritos.
La estrella de “Pose” Billy Porter, quien es abiertamente homosexual, fue elegido el mejor actor dramático, mientras que la británica Jodie Comer recibió un Emmy por su papel como una asesina psicótica en el drama “Killing Eve”.
En una victoria sorpresiva, la actriz y creadora de la serie “Fleabag”, Phoebe Waller-Bridge, ganó el premio a mejor actriz de comedia, superando a las favoritas Julia Louis-Dreyfus por “Veep” y Rachel Brosnahan por “Mrs. Maisel”. Waller-Bridge también ganó un Emmy como guionista de comedia del programa de Amazon Studios.
Bill Hader ganó su segundo Emmy por interpretar a un asesino a sueldo que se vuelve actor en “Barry”, mientras Peter Dinklage recibió el único premio a la actuación para “Juego de Tronos” como mejor actor de reparto por su interpretación de Tyrion Lannister.
“Juego de Tronos”, de HBO, la serie más premiada en la historia de los Emmy con 38 galardones, era la favorita a los premios del domingo, a pesar del alboroto generado entre sus seguidores por la conclusión del programa.
En una competencia muy disputada este año en la categoría de mejor miniserie, la Academia de Televisión premió al desgarrador drama de justicia social “When They See Us”, a la historia sobre el accidente nuclear “Chernobyl” y a “Fosse/Verdon”, protagonizada por Michelle Williams como la cantante y bailarina de Broadway Gwen Verdon.
El recién llegado Jharrel Jerome ganó en la categoría de mejor actor por “When They See Us”, el drama de Netflix sobre los hombres conocidos como los Cinco del Central Park, que fueron acusados erróneamente y encarcelados por violación en Nueva York en la década de 1980.
Transmitido sin anfitrión este año, la apertura de la ceremonia de los Emmy recayó en un animado Homero Simpson de “The Simpsons” y en el actor Bryan Cranston de “Breaking Bad”.
“La televisión nunca ha sido tan grande, la televisión nunca ha importado más y la televisión nunca ha sido tan buena”, dijo Cranston.