La responsable de la división de derechos humanos de Naciones Unidas pidió mayor participación de las empresas en la lucha contra el cambio climático.
La responsable de la división de derechos humanos de Naciones Unidas dijo el lunes estar “alarmada” porque siga habiendo niños migrantes retenidos en centros en Estados Unidos y México, y advirtió de que el cambio climático es una amenaza crucial para los derechos en todo el mundo.
En su discurso de apertura del Consejo de Derechos Humanos, Michelle Bachelet expresó su preocupación por los palestinos muertos y heridos a manos de fuerzas de seguridad israelíes, así como por las acciones de India contra la población de Cachemira.
Sin embargo, la jefa del organismo de derechos se centró en las cuestiones medioambientales, pidiendo una mayor participación de las empresas en la lucha contra el cambio climático y más espacios para que los activistas ecologistas expresen sus opiniones.
“Estamos quemando nuestro futuro, literalmente”, dijo Bachelet. “El mundo nunca ha visto una amenaza de este calibre para los derechos humanos. Esta no es una situación en la que ningún país, ninguna institución, ningún legislador pueda mantenerse al margen”.
Mencionando a una adolescente sueca que hace campaña contra el cambio climático, Bachelet condenó “los ataques verbales contra activistas jóvenes como Greta Thunberg y otras personas”.
Dejando de lado los ataques personales que le dirigió en los últimos días el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, Bachelet insistió en su preocupación sobre la “drástica aceleración de la deforestación de la Amazonía”.
“Los incendios que ahora asolan la selva podrían tener un impacto catastrófico en la humanidad en su conjunto”, dijo Bachelet. “Pero sus peores efectos los sufren las mujeres, los hombres y los niños que viven en estas zonas, entre ellos muchos pueblos indígenas”.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos instó a las autoridades en Brasil, Paraguay y Bolivia a asegurarse de que se aplican “políticas medioambientales a largo plazo (…) que eviten futuras tragedias”.
Bolsonaro elogió la semana pasada el golpe militar del general Augusto Pinochet en Chile en 1973, y que un año más tarde provocó la muerte en cautiverio del padre de Bachelet. Cuando Associated Press le pidió que respondiera a esas declaraciones, declinó hacer comentarios.
En cuanto a los derechos de los migrantes en Centroamérica y en la frontera estadounidense, Bachelet dijo estar preocupada por políticas en Estados Unidos, México y otros países de la región que “ponen a los migrantes en un riesgo mayor de sufrir violaciones y abusos de los derechos humanos”.
“Estoy especialmente alarmada porque siga habiendo niños migrantes detenidos en centros tanto en Estados Unidos como en México, en contra de los mejores intereses del menor, que es un principio fundamental del derecho internacional”, dijo. Al menos 35 mil solicitantes de asilo han sido “devueltos” este año a zonas de la frontera mexicana para esperar a sus vistas judiciales, señaló.
El gobierno de Donald Trump sacó el año pasado a Estados Unidos del consejo de derechos, acusándolo de tener prejuicios contra Israel y criticando a algunos estados miembros que según Washington violan derechos de forma persistente.
En otros temas, Bachelet dijo estar preocupada por los “numerosos arrestos y acciones policiales” en las semanas previas a las elecciones locales del domingo en Moscú, y se sumó a las peticiones de que se hagan “investigaciones sobre las acusaciones del uso de fuerza excesiva por parte de la policía”.
También expresó su preocupación por Cachemira, donde se han restringido las comunicaciones por internet y el derecho a asamblea, y se han registrado detenciones de líderes políticos y activistas locales, señalando que había “pedido especialmente a India que suavice las medidas de seguridad o toques de queda actuales para garantizar el acceso de la gente a servicios públicos” y garantizar el derecho al debido proceso.
En cuanto a Israel, cuyo gobierno ha acusado reiteradamente al consejo de tener una posición antiisraelí, Bachelet lamentó los “muy altos niveles de violencia y el hecho de que Israel no protege adecuadamente a los palestinos de estos ataques ni hace que los responsables respondan ante la justicia”.
La alta comisionada citó un aumento reciente en las demoliciones de vivienda dentro de un plan urbanístico israelí “que discrimina gravemente a los palestinos”.
“Sigo estando alarmada por los reportes de ejecuciones sumarias y lesiones de palestinos por parte de fuerzas de seguridad israelíes en todo el territorio ocupado, acompañados de una falta de plena rendición de cuentas por el posible uso excesivo de la fuerza”, señaló.