Inclusiva, han optado por marcar los productos que trasladan para identificarlos cuando son comercializadas o al hallarlos en bodegas clandestinas. 

Ante los constantes robos en carreteras de Puebla, la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas (ANAM) advirtió que dejarán de distribuir mercancía en los focos rojos donde se han presentado los asaltos.

En conferencia de prensa al presentar la Expo ANAM 2019, este lunes el director General Iñaki Landáburo Llaguno refirió que los tramos más peligrosos son el de Tehuacán-Orizaba y San Martín Texmelucan, los cuales compararon con vías como Acapulco, Guerrero, Guanajuato y hasta Reynosa, Tamaulipas.

Por los asaltos, inclusive, han optado por marcar los productos que trasladan para identificarlos cuando son comercializadas o al hallarlos en bodegas clandestinas, además de que han invertido en diversas medidas de seguridad como dispositivos GPS en los camiones o hacer rutas en caravana para evitar los robos.

“Posiblemente tengamos que dejar de surtir en algunas poblaciones porque es tiro por viaje (los robos), el negocio no da, ya no son los márgenes de 1990 cuando podíamos ganar mucho dinero (…) necesitamos ganar dinero para poder seguir adelante, tampoco somos el financiero de los ladrones, si roban vamos a tener qudejar de surtir en algún lado”, planteó.

De acuerdo con el último reporte del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla (CCSJ), la entidad ocupaba hasta julio del año en curso el tercer lugar a nivel nacional en robo a transportistas con 90 casos, un promedio de hasta tres hechos al día.

El primer lugar es para el Estado de México, el segundo Michoacán, seguido de Puebla, San Luis Potosí, Nuevo León, Morelos, Jalisco, Ciudad de México, Hidalgo y Tlaxcala.

De enero a julio, en Puebla se han denunciado mil 460 casos de robo a transportistas, un aumento de 1 por ciento en comparación con lo ocurrido el año pasado.

Los municipios con más casos son Tecamachalco, San Martín Texmelucan, Quecholac, Palmar de Bravo, Tehuacán, Acatzingo, Esperanza, la capital poblana, Huixcolotla y Tlahuapan; a excepción de Tehuacán, en todas las demarcaciones operaban bandas dedicadas al robo de hidrocarburo.

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