¿Despejaremos nuestras dudas sobre el supuesto espionaje que hubo en el sexenio morenovallista?

 @ferperezcorona

Todo nuevo, esa frase usó Luis Miguel Barbosa para definir lo que quiere hacer en la gubernatura de Puebla.

Y de esta manera comprendí por qué anoche, cuando estaba terminando el gobierno interino encabezado por Guillermo Pacheco Pulido, de la cuenta de la Secretaría de Seguridad Pública, de la cuenta oficial en Twitter, desaparecieron todos los mensajes.

Borrón y cuenta nueva, concluí.

Y en el mensaje de Barbosa supe que no se trata de ocultar la inseguridad imperante en Puebla, sino reconocer la situación, no sólo pensar que es una percepción, sino que es una realidad y que se debe atender de inmediato.

Con esa misma idea, este jueves el nuevo Gobierno abrió otra cuenta @Gob_Puebla, que a esta hora suma poco más de mil 100 seguidores.

Lo de Redes Sociales pude sonar trivial, pero no lo es.

Tiene implícito un mensaje de que se quieren hacer las cosas de manera diferente.

Sin la ostentación pasada, sin la presunción de ayer.

Al menos, me queda claro, que en el mensaje inicial, Barbosa prometió que impulsará proyectos acordes con las características de los municipios, de las regiones que conforman estos municipios que ahora suman 22 más la zona conurbada y no sólo 7 como históricamente teníamos.

Todo nuevo.

Pensé: de entrada, buena parte del gobierno es nuevo.

Hay una nueva clase política en Puebla.

Necesariamente, obligadamente tendrán otra forma de ser y de hacer.

Lo del bastón de mando, si bien está fresco por la ceremonia de Andrés Manuel López Obrador cuando asumió la Presidencia, no olvidemos que esa tradición tiene sus bases priístas.

Lo de traer invitados en autobuses al Auditorio Metropolitano, también; es más, ya lo hacen todos los partidos.

Pero, más allá de las formas, hay que analizar más la propuesta.

De entrada, queda claro que la reconciliación no significa perdón y olvido.

De ahí que ahora sepamos que tenemos una deuda de 44 mil millones de pesos.

La mirada de Barbosa está puesta en desenmascarar los actos de corrupción y señalar a los culpables

Más de uno debe estar tronándose los dedos.

Eso, ni duda cabe.

Y más cuando el líder ya no está.

Más de uno pensará que es posible un acuerdo político.

Y es poco probable que suceda, porque para hacerlo se necesita capital político y ninguno lo tiene.

¿Los poblanos conoceremos la verdad?

¿En verdad sabremos la cantidad exacta de los adeudos?

¿Despejaremos nuestras dudas sobre el supuesto espionaje que hubo en el sexenio morenovallista?

¿Limpiaremos los nombres de los presos políticos?

¿Sabremos el tamaño de los moches en las megaobras que se hicieron sobre todo en esta capital?

Hay tantas cosas que no sabemos que es difícil creer en que conoceremos toda la verdad.

Sin embargo, de entrada un compromiso y el nuevo mandatario tiene el beneficio de la duda.

Este jueves, inició un nuevo gobierno, es un nuevo comienzo, ojalá y tenga un final magnifico, la historia de 5 años 4 meses y 13 días, ha empezado.

Y recuerde: nadie es completamente bueno, ni completamente malo.

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