San Antonio y Santa Anita son algunos de los últimos reductos de vida comunitaria en el Centro , a diferencia del resto que se despobló o se volvió en un sitio para turistas.
Los Barrios de San Antonio y Santa Anita podrían convertirse en un nuevo caso de gentrificación en Puebla si el gobierno estatal y el ayuntamiento de Puebla concretan la instalación de un corredor comercial sin consultar las necesidades de sus habitantes, advirtió el gestor de proyectos, Arturo Saavedra Rubio.
En entrevista para URBANO Noticias, manifestó su preocupación respecto a que el discurso de las autoridades sea realizar una intervención de imagen urbana para generar turismo, pues esto refleja una visión estrecha sobre cómo atender las problemáticas del Centro.
Desde su perspectiva hay un error en el diseño metodológico del diagnóstico de las autoridades, pues cuando sólo se miden variables como incidencia de delitos o el número de viviendas desocupadas es natural que piense que el problema se resuelve limpiando el barrio.
“Este tipo de proyectos generan gentrificación, pues en lugar de hablar de un proyecto para los habitantes del barrio, se está hablando del barrio como un problema para solucionar”, expresó.
Lo anterior, expuso, pese a que los barrios de San Antonio y Santa Anita son algunos de los últimos reductos de vida comunitaria en el Centro de Puebla, pues a diferencia del resto que se despobló o se volvió en un sitio para turistas, permanecen habitados.
Necesario democratizar proyectos de intervención urbana
Para Saavedra Rubio es necesario democratizar los procesos de transformación urbana, para involucrar a los habitantes no sólo en el diseño y diagnóstico sino también en la ejecución y evaluación de resultados, ya que es la única manera de lograr que sean eficaces y sostenibles.
Además, pidió cambiar la forma en que se habla de los barrios, pues “no son un nido de criminales”, si no el hogar de deportistas, artistas urbanos, comerciantes, pero principalmente de niños y jóvenes, que llevan años trabajando en transformar su entorno, luchando contra las adicciones y violencia a través de libros, futbol y grafiti.
Destacó que el patrimonio edificado en estos barrios, no son solo paredones como dijo la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, pues algunos son monumentos históricos que si bien tienen un deterioro importante, no significa que las casonas deban ser demolidas, por el contrario –aseveró— tienen que restaurarse, conservarse y reutilizarse como vivienda.
“Si nos llevamos por la forma en que proyectos de esta naturaleza han afectado a comunidades, es muy probable que incremente el costo de las rentas y que poco a poco los habitantes originarios tengan que irse a vivir a la periferia (…) porque cuando se habla de un corredor gastronómico lo que nos hace pensar es que está dirigido a un público diferente al que ya está ubicado al barrio afectado el patrimonio inmaterial que es la vida del barrio”, sostuvo.