En la ciudad de Puebla, cuna de una de las tradiciones artesanales más emblemáticas de México, se encuentra el Taller Celia, un espacio donde la historia, la creatividad y la identidad se entrelazan a través de la talavera. Este taller fue fundado por Germán Gutiérrez Herrera, quien inició este proyecto como un hobby personal, sin imaginar que con el tiempo se convertiría en uno de los talleres más reconocidos y respetados de la región.

Taller Celia forma parte del exclusivo grupo de productores certificados bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-132-SCFI-1998, un distintivo que garantiza la autenticidad y la calidad artesanal de cada pieza elaborada. Esta norma establece una serie de requisitos estrictos que deben cumplirse para considerar una pieza como talavera auténtica, entre ellos, que el proceso de elaboración sea completamente manual y que se utilice una mezcla específica de barro negro y barro blanco. Esta combinación da origen a una masa especial que, tras un largo proceso artesanal, se transforma en piezas únicas de gran belleza y valor cultural.

Foto: Especial

Uno de los sellos distintivos de este taller es que cada pieza lleva consigo la Denominación de Origen D04, un código que se coloca a un costado mediante un estampado enumerado. Este detalle no solo protege el trabajo de los artesanos, sino que también distingue a la verdadera talavera poblana de las imitaciones, garantizando a los compradores que están adquiriendo una obra con origen, técnica y materiales auténticos.

Además del compromiso con la tradición, Taller Celia destaca por su capacidad de innovación. A diferencia de muchos otros talleres, aquí se exploran nuevas formas y dimensiones, elaborando esculturas que van desde pequeñas figuras hasta imponentes piezas de dos metros de altura. Esta incursión en nuevas escalas no sacrifica la calidad ni el proceso artesanal, sino que eleva el arte de la talavera a nuevas expresiones estéticas.

Otro aspecto que distingue a este taller es su paleta de colores. A lo largo del tiempo, sus artesanos han desarrollado siete tonalidades propias, enriqueciendo la gama cromática tradicional y dando vida a creaciones más frescas y contemporáneas, sin perder la esencia clásica de la talavera poblana.

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Conscientes del valor educativo y cultural de su labor, en Taller Celia también se ofrecen visitas guiadas y talleres interactivos, donde los visitantes pueden conocer de cerca cada etapa del proceso: desde la preparación del barro, el modelado, la primera quema, el esmaltado, el decorado y finalmente, la segunda cocción que sella la obra. Estas experiencias permiten a los asistentes no solo apreciar el resultado final, sino también comprender el esfuerzo, la técnica y la pasión que implica cada pieza.

El taller se encuentra ubicado en Manzano 8, colonia Arboledas de Guadalupe, en la ciudad de Puebla. Además, cuentan con un museo y tienda en Fresno 97, en la misma colonia, donde se exhiben piezas representativas y se cuenta la historia del taller y la talavera en general. Para quienes pasean por el Centro Histórico de Puebla, también pueden encontrar una segunda tienda en 5 Oriente 608, un espacio ideal para adquirir piezas únicas directamente del productor.

Taller Celia representa un equilibrio perfecto entre respeto por la tradición y espíritu innovador. Es un testimonio vivo del legado cultural de Puebla, que sigue evolucionando sin perder su esencia. Visitar este taller es adentrarse en un universo de formas, colores e historias moldeadas a mano, donde cada pieza cuenta mucho más que su forma: narra siglos de historia, pasión y orgullo mexicano.

Porque la talavera también puede reinventarse sin perder la esencia.

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