Tanto EU como Rusia se deslindaron del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto, que podría genera consecuencias graves para la seguridad global.

El despliegue en tierra de misiles de EE.UU. cerca de las fronteras rusas, podría provocar una crisis comparable la de Cuba de 1962, advirtió este lunes el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov.

«Si se llega al despliegue real de tales sistemas en tierra, la situación no solo se complicará, sino que empeorará hasta el límite», aseveró el diplomático, precisando que «podemos encontrarnos en una situación de crisis de misiles no solo cercana a la crisis de la década de 1980, sino a la del Caribe [la Crisis de los misiles de Cuba]».

En una reunión del Consejo de la Federación, Riabkov ha afirmado que Rusia «no puede dejar de reaccionar de forma recíproca» ante la retirada de Washington del Tratado sobre misiles de alcance medio y corto (INF, por sus siglas en inglés), que ha calificado de «paso desestabilizador importante que socava la seguridad regional».

«Estamos dispuestos a seguir manteniendo un enfoque responsable, pero, al mismo tiempo, haremos todo lo posible para garantizar nuestra propia seguridad nacional y la seguridad de nuestros aliados en un entorno cambiante», aseguró el vicecanciller.

EE.UU. se deslindó en febrero de las obligaciones contraídas en el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), uno de los cimientos del moderno régimen de supervisión y control para la no proliferación de armas nucleares. Al anunciar en otoño su decisión de abandonar el acuerdo, el presidente Donald Trump amenazó con reforzar el arsenal atómico de su país, al tiempo que acusó a Rusia de violar el pacto.

En respuesta, Moscú también suspendió su participación en el tratado y exigió que EE.UU. presente pruebas sobre la presunta violación rusa de las condiciones de ese acuerdo.

Asimismo, el Ministerio ruso de Exteriores advirtió en marzo a Washington de «las más graves consecuencias» que para la seguridad y estabilidad global supondrá su retirada del Tratado INF, pues —aseguró— abrirá la posibilidad de que comience «una carrera armamentista en varias regiones del mundo», lo que amenaza seriamente los esfuerzos mundiales para lograr un desarme nuclear.