Los especialistas creen que el resurgimiento del sarampión podría estar relacionada con el movimiento contra la vacunación y la difusión de información falsa.
El estado de Nueva York ha prohibido la apelación a exenciones no médicas, incluso la religiosa, para quienes pretendan evitar vacunar a los niños en las escuelas, en medio de la lucha contra un brote de sarampión en EE.UU., según anunció en comunicado el gobernador de esa entidad, Andrew Cuomo.
«La ciencia es absolutamente clara: las vacunas son seguras, eficaces y el mejor modo de mantener a nuestros niños seguros. Esta administración ha tomado medidas agresivas para contener el brote de sarampión, pero, en vista de su escala, se necesitan medidas adicionales para poner fin a esta crisis de salud pública», reza el texto del comunicado.
Asimismo, el gobernador reiteró que respeta la libertad religiosa, pero subrayó que la protección de la salud pública tiene ahora la prioridad. «Al promulgar esta medida como ley, ayudaremos a prevenir más transmisiones de la enfermedad y detener este brote», añadió.
Estados Unidos enfrenta este año un rebrote de esa infección viral. El 30 de mayo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades informaron que el número de casos de sarampión en el país ascendió a 971 en el transcurso de este año. Es la primera vez en los últimos 25 años que en territorio estadounidense se registra un número tal de contagiados. En 1994 se detectaron 963 casos.
Los especialistas creen que el resurgimiento del sarampión podría estar relacionada con el movimiento contra la vacunación y la difusión de información falsa en Internet sobre los posibles efectos secundarios de las vacunas.
Datos globales preliminares muestran que los casos registrados aumentaron en un 300 % en los primeros tres meses de 2019, en comparación con el mismo período de 2018, informó en abril la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el organismo, también se han registrado rebrotes de la enfermedad en algunos países de Europa, en República Democrática del Congo, Madagascar, Filipinas y otras naciones, causando gran número de muertes, principalmente entre niños pequeños.