El ayuntamiento de Amozoc donó un predio de cuatro hectáreas al Seguro Social, para construir otro nosocomio de 260 camas censables.

El edificio del Centro Internacional de Medicina (Cima), que se ubica en la Reserva Atlixcáyotl en el municipio de San Andrés Cholula, será demolido debido a que presenta daños en su estructura, derivado del terremoto que azotó a Puebla el pasado 19 de septiembre de 2017.

Así lo dio a conocer este martes el delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), José de Jesús González Izquierdo, quien adelantó que se podría comenzar con las nuevas obras a partir del segundo semestre de 2019.

“El IMSS compró un cascarón de hospital que estuvo durante 17 años como ‘elefante blanco’”, reveló.

En su momento, el exdelegado del Seguro Social, Enrique Doger, reveló que el IMSSl pagó 400 millones de pesos al Grupo Medicus, de inversión mexicana y estadunidense, por el inmueble del Centro Internacional de Medicina.

Durante una entrevista radiofónica, explicó que además el edificio de Cima está construido con cuartos independientes, como todo hospital privado, por lo que el Seguro Social determinó realizarle las adecuaciones necesarias para que fuera funcional para el servicio público.

Dijo que el inmueble cuenta con cuartos suites que difícilmente podrán remodelarse y convertirse en habitaciones para dar servicio y cabida a tres personas con un módulo de enfermería.

“A la hora que la compañía constructora se pone a desnudar la estructura del edificio para realizar las adecuaciones, encontró que está dañado y los expertos dictaminaron que no reúne las condiciones de seguridad para albergar un hospital público”, reveló.

El especialista informó que la estructura de Cima está dañada por los sismos intensos que han sacudido a Puebla.

“San Alejandro fue afectado por tres sismos muy intensos en la historia de su vida, pero al otro edificio (Cima) nadie volteó para saber qué le había pasado”, comentó.

Por esta razón, González Izquierdo explicó que tanto Cima como el Hospital de San Alejandro serán demolidos, a pesar que este último, con cuatro décadas de existencia, es el más grande en su tipo en América Latina.
“Sí hay recursos para construir los tres nuevos hospitales”: González Izquierdo.

El galeno explicó que en su lugar se construirán nuevos hospitales para mejorar la atención a los derechohabientes, el cual se está mitigando con la subrogación de los servicios a otros nosocomios de la Cruz Roja, el Hospital Universitario y de la Secretaría de Salud del estado.

En el caso específico de San Alejandro, José de Jesús González Izquierdo adelantó que el inmueble de ocho pisos será derrumbado para construir un nuevo hospital de 180 camas censables.  

En ese sentido, comparó que el nuevo nosocomio sólo tendrá la mitad de las camas que originalmente tenía San Alejandro, que eran 415.

Al respecto, argumentó que las condiciones del suelo de San Alejandro no permiten construir un hospital más grande, pues dijo que las nuevas directrices de seguridad del país imponen que se necesita una reserva territorial de cuatro hectáreas para lo que implica los propios servicios, así como el estacionamiento.

Por eso, precisó que en el predio de Cima, de seis hectáreas, se edificará otro hospital con 260 camas censables, para sumar un total de 440 camas.

Asimismo, agregó, el ayuntamiento de Amozoc donó un predio de cuatro hectáreas al Seguro Social, para construir otro nosocomio de 260 camas censables.

“En San Alejandro y Cima hay que demoler y construir; mientras que en Amozoc se construirá de manera directa”, aclaró.

Al final, el delegado en Puebla aseveró que los tres proyectos ya fueron autorizados por la Dirección General del IMSS, y se está a la espera que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público libere el recurso que recauda la Institución, a través de las cuotas obrero-patronales, y la propia aportación del Estado.

“Sí hay dinero para la construcción de los tres hospitales, pero Hacienda es quien regula el flujo del recurso”, admitió.

González Izquierdo precisó que el 33 por ciento de la inversión para la edificación de los hospitales proviene del Estado, mientras que en partes iguales los patrones destinaron otro 33 por ciento, y los trabajadores desembolsaron la misma aportación.

Con información de Yadira Llaven.

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