Autoridades sanitarias consideran que el estrés se puede convertir en un problema de salud sino se toman las medidas necesarias
Nos levantamos por la mañana. Desayunamos cualquier cosa rápida que nos permita salir corriendo de casa o nos comemos algo de camino. Compatibilizamos una jornada laboral con los quehaceres de la casa, la compra, los niños, las obligaciones familiares, los recados, la pareja, las relaciones sociales, las responsabilidades.
Perseguimos la felicidad, el equilibrio, el bienestar pero, no tenemos tiempo de ocuparnos de eso, estamos demasiado atareados con la inercia de la vida, estamos demasiado ocupados con las tareas diarias.
Así parece difícil poder dedicarle tiempo a ser feliz. Cuando nos levantamos y nos acostamos con el peso de todo lo que hacemos una y otra vez, empezamos a sentirnos agobiados y el estrés aparece.
¿Y cómo nos afecta el estrés?
Nos cambia el humor y estamos más serios y enfadados.Nos sentimos cansados.Todo obstáculo, por pequeño que sea, nos parece enorme y nos desanima.Se nos debilita el sistema inmunológico.Estamos más expuestos a comer, jugar, beber o fumar más de la cuenta.Dormimos mal, nerviosos y agitados. Nos deprimimos.Así se las gasta el estrés, nos deja más vulnerables y nos envuelve en una nube gris que nos hace más complicado ver los días bonitos y agradables.
¿Qué podemos hacer para rebajar la tensión del día a día y estar más serenos y tranquilos?
Una vez a la semana, como mínimo, encuentra dos o tres horas para ti. Una mañana, una tarde o una noche a la semana ha de ser tu pequeño oasis. Salir a tomar el sol, leer un libro, quedar para un café, dormir…Nadie mejor que tú se conoce y sabe qué cosas echas de menos hacer.
Busca aficiones. Solo o acompañado. Con amigos o con tu familia. Utiliza tu tiempo libre para desarrollar y potenciar alguna actividad divertida. Excursiones, deporte, pintura, cantar, hacer ganchillo o hacer pulseritas. Da igual lo que sea mientras te guste y te haga pasar un día divertido y alegre.
Divertirte es una necesidad vital para el equilibrio emocional. Así que planea los fines de semanas para que sean diferentes y puedas compartir momentos de alegría y desconexión. Acabarás agotado, pero el agotamiento de un día divertido hace que duermas mucho más a gusto y relajado.