Estas preocupaciones podrían no ser una hipérbole: la presencia de sargazo parece haber empeorado en algunas partes de la costa mexicana con respecto al año pasado.
Los turistas que buscan sol y playa en balnearios mexicanos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum se toparon el pasado 08 de mayo con montones de maloliente sargazo, un alga marina que se acumula en las playas y tiñe el color turquesa de sus aguas de marrón. Los expertos advirtieron que esta podría ser la nueva realidad de la zona.
La costa de Riviera Maya, en el Caribe mexicano, proporciona la mitad de los ingresos por turismo del país y, hasta 2014, a sus costas apenas había llegado el sargazo. Pero una posible combinación de cambio climático, contaminación derivada del uso de fertilizantes y flujos y corrientes oceánicos que llevan las algas hasta la región fue el detonante del problema.
Aunque no tenga el impacto global del derretimiento de los casquetes polares, las vastas masas de sargazo que llenan en Caribe podrían ser una de las consecuencias del cambio climático más visibles por el elevado número de turistas que visitan las populares playas de la región, según algunos funcionarios.
“Se trata de uno de los mayores retos que enfrenta el mundo como consecuencia del cambio climático”, dijo el gobierno del estado de Quintana Roo, conocido por la gran cantidad de resorts vacacionales que alberga en sus costas. “Dicho desafío requiere de la suma de esfuerzos multinacionales y de un compromiso global por encarar los efectos del desarrollo económico sobre el medio ambiente”.
Aunque la cifra de viajeros que llegaron al aeropuerto de Cancún en marzo subió un 3.3 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, muchos temen que este ritmo no pueda mantenerse si el sargazo cubre la arena blanca y las aguas turquesas de sus playas, además de impregnar el aire, ya que el alga en descomposición huele a huevo podrido. A medida que se descompone se hunde, por lo que podría sofocar a los famosos corales caribeños, y su acumulación en las playas podría dificultar el anidamiento de las tortugas marinas.
“En mi humilde opinión, esto es un desastre eventualmente paralizará el turismo y los negocios y, lamentablemente, destruirá la economía local”, señaló Jef A. Gardner, un turista habitual en Playa del Carmen de Knoxville, Tennessee. “Es un problema de la costa este del Caribe que va desde Cancún hasta el Cayo Ambergris en Belice”.
Estas preocupaciones podrían no ser una hipérbole: la presencia de sargazo parece haber empeorado en algunas partes de la costa mexicana con respecto al año pasado. Y el problema afecta además a casi todas las islas y playas continentales en el Caribe de algún modo. La costa estadounidense del Golfo de México registró un episodio en 2014 y a la de Florida está llegando este año.
Las algas que inundan el Caribe tienen un origen inesperado: las aguas tropicales del Océano Atlántico más allá de la desembocadura del Río Amazonas.
Según Chuanmin Hu, profesor de oceanografía de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de Florida, la proliferación del sargazo parece ser el resultado del incremento de los flujos de nutrientes y del afloramiento, un fenómeno por el que las corrientes sacan a la superficie esos nutrientes que estaban en las profundidades. Las corrientes oceánicas dominantes llevan las algas hasta el Caribe, donde pueden crecer más.
No es probable que el ciclo vaya a detenerse pronto, agregó el experto.
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