El proyecto “Sincronización de múltiples bioseñales para el análisis cuantitativo de los estados emocionales en jóvenes con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)”, desarrollado por Érika Altair Castro Verazas, estudiante del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), centro público de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), fue premiado por Fitrockr Health Solutions y Garmin Health Research a través de la Beca de Investigación en Salud Garmin Américas 2023.
Érika Altair Castro Verazas es estudiante del doctorado en Ciencias y Tecnologías Biomédicas del INAOE. Desarrolla esta investigación como proyecto doctoral, el cual es asesorado por la doctora Delia Irazú Hernández Farías y el doctor Carlos Alberto Reyes García, investigadores del INAOE.
La referida convocatoria internacional busca reconocer el uso innovador de los datos de salud portátiles y del ecosistema de dispositivos Garmin, impulsado por la plataforma Fitrockr. Los resultados de la misma fueron notificados en el mes enero de 2024. Los ganadores recibieron cinco dispositivos portátiles Garmin para proyectos de investigación con la última tecnología de sensores, con tres meses de acceso ilimitado a la plataforma Fitrockr para hasta 50 usuarios y un certificado de ganador. También resultaron ganadores proyectos de Chile, Canadá y Estados Unidos.
En entrevista, Érika Aldair Castro, explica que su proyecto busca apoyar en el diagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en jóvenes universitarios.

Particularmente, el interés en participar en la convocatoria fue que para su proyecto se requieren dispositivos de uso fácil para medir ritmo cardiaco, estrés y saturación de oxígeno en sangre. A su vez, la plataforma permite sincronizar los dispositivos, analizar los datos, extraerlos, procesarlos y tener acceso a los mismos de manera ilimitada.
Interrogada sobre su interés en el TDAH, Érika Aldair Castro comenta que se surgió porque conoce una persona que a los 24 años de edad fue diagnosticada con TDAH. «Mucha gente sabe que tiene algo, pero lo normaliza o aprende a vivir con ello”.
En este contexto, se dio cuenta de que existe un vacío en el diagnóstico del TDAH, que suele ser subdiagnosticado: “Lo que buscábamos en un inicio era determinar de manera objetiva y diagnosticar este trastorno, y luego lo enfocamos más en la falta de atención. La inatención es un síntoma de TDAH que no es visible en comparación con otros síntomas como la hiperactividad y la impulsividad. Podemos ver un niño corriendo y decimos “algo tiene” si lo comparamos con otros niños de su misma edad, pero la falta de atención es un síntoma del que no te das cuenta hasta que tratas a la persona o ves su desempeño académico”.
Informa que el proyecto está enfocado en estudiantes universitarios y de posgrado, y que busca realizar el diagnóstico a partir de las señales fisiológicas como el ritmo cardiaco y la señal GSR, técnica que mide la respuesta galvánica de la piel, es decir, la sudoración. En el experimento también se analizan las señales eléctricas del cerebro y se estudian los patrones de movimiento. Se aplican además diferentes pruebas cognitivas, como las torres de Hanoi, y se graban los patrones de movimiento.
“Nosotros registramos estas variables y a partir de las diferentes pruebas, en conjunto con las señales fisiológicas, damos un diagnóstico o tal vez aproximarnos a un diagnóstico o una herramienta que pueda servirle al profesional, ya sea si se implementa en adultos, estudiantes o en niños, por eso elegimos pruebas que se puedan escalar en la infancia y que pueda ejecutarlas un niño sin problema”, indica la estudiante del INAOE.
Hasta el momento, añade, “nos hemos dado cuenta de que estas pruebas sí han sido de utilidad en cuanto a los resultados que hemos obtenido, sí han sido considerables para encontrar estos patrones que serían difíciles de detectar”.
En el proyecto se contó con la asesoría de una psicóloga que ha trabajado con personas con TDAH, quien asesoró en el diseño del protocolo de investigación y ayudó a seleccionar las pruebas para detectar ciertas características de las personas con este trastorno: “estamos contactando a psicólogos que se sumen al proyecto para que nos den retroalimentación. Ya estamos trabajando en ello”, subraya Érika Castro.
El proyecto se encuentra en la etapa de muestreo, y el protocolo de investigación se presentó a un comité de ética, que lo aprobó dando oportunidad de lanzar una convocatoria a la comunidad del INAOE y difundir esto a otras universidades para tener una muestra más amplia.
Finalmente, refiere que en el proyecto también trabajan Elizabeth Ortiz Bautista y Saúl Brandon Lima Portillo, estudiantes pasantes de Medicina de la BUAP, quienes realizan su servicio social en investigación en el INAOE.
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