El Ayuntamiento de Puebla decidió conservar la iconoclasia feminista de la marcha 8M, que quedó plasmada en el Palacio Municipal, para visibilizar casos de violencia de género que aquejan a las poblana.

Contrario a lo ocurrido en años anteriores, este 9 de marzo no se vió a personas lavando o limpiando las paredes del edificio que alberga al gobierno municipal.

De acuerdo con la información disponible, el alcalde, José Chedraui Budid pidió que se mantengan los cárteles, pegotes y pintas hechas en la puerta del Palacio, columnas y paredes.

Únicamente se colocaron tablas en los cristales rotos del Módulo de Turismo, el Teatro de la Ciudad y la Galería del Palacio. También se mantuvieron todos los símbolos de protesta en monumentos del Zócalo capitalino, incluidas las letras monumentales.

También se colocaron cintas amarillas para limitar el paso y evitar que algunas personas que visitan el Centro Histórico durante este domingo se lleven o alteren lo que se dejó a las puertas del Palacio.

Esta decisión de conservar la iconoclasia feminista contrasta con la de la Fiscalía General del Estado (FGE) que, amaneció con la fachada repintada y sin ninguna marca de la protesta de mujeres del día anterior, quiénes acusaron a la dependencia de no garantizar la justicia para las mujeres víctimas de la violencia.

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