Australia emitió una alerta este viernes a las aerolíneas que operan entre sus aeropuertos y Nueva Zelanda debido a las maniobras de fuego real realizadas por buques de guerra chinos en el mar de Tasmania, lo que provocó la desviación de varios vuelos y generó dudas sobre la notificación adecuada del peligro por parte de Pekín.
El regulador Airservices Australia advirtió a los pilotos sobre el posible riesgo en el espacio aéreo entre ambos países, mientras tres buques de guerra chinos —la fragata Hengyang, el crucero Zunyi y el buque de reabastecimiento Weishanhu— llevaban a cabo ejercicios frente a la costa este australiana. Las maniobras, que incluyen disparos de munición real, han generado tensiones, dado que Beijing protesta cuando el ejército australiano realiza maniobras similares en el disputado mar de China Meridional.
Los vuelos entre Sydney y las ciudades neozelandesas de Christchurch y Queenstown, que ya se encontraban en el aire, fueron desviados tras recibir el aviso de las maniobras militares. Aunque China había informado previamente sobre el ejercicio con fuego real, no estaba claro si se había producido alguna detonación, según las autoridades australianas.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, aseguró que el riesgo ya había pasado y que no había peligro inminente para activos australianos o neozelandeses. La ministra de Defensa de Nueva Zelanda, Judith Collins, también confirmó que no había «peligro en curso» para su país, pero destacó que ambos gobiernos estaban recopilando información sobre el evento.
Mientras tanto, la ministra de Exteriores de Australia, Penny Wong, planea discutir el tema con su homólogo chino, Wang Yi, durante la cumbre ministerial del G20 en Sudáfrica. Las aerolíneas como Air New Zealand y Virgin Australia adaptaron sus rutas de vuelo para evitar la zona afectada, sin que se reportaran interrupciones mayores en sus operaciones.
El ejercicio chino, realizado en aguas internacionales, fue considerado legal por el gobierno australiano, aunque el capitán Steve Cornell de la Asociación Australiana e Internacional de Pilotos cuestionó la ubicación elegida para el ejercicio, dado los obstáculos que presenta para una navegación segura.
Este incidente refleja el creciente despliegue militar de China en la región, lo que resalta las tensiones en torno a las maniobras militares en aguas disputadas.
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