Esto se debe a la gran cantidad de colesterol que se encuentra en la yema del huevo.
Los expertos llevan años debatiendo si comer huevos es bueno o malo para la salud.
Y parece ser que la respuesta podría depender de cuántos consumes por semana.
Según un nuevo estudio de un grupo de médicos de diferentes universidades de Estados Unidos y publicado por la revista médica especializada JAMA, tomar huevos más de tres veces a la semana puede provocar el aumento de colesterol y causar daños cardiovasculares, y muerte prematura.
Esto se debe a la gran cantidad de colesterol que se encuentra en la yema del huevo: un huevo grande contiene aproximadamente 185 miligramos de colesterol.
Tres o cuatro huevos
El nuevo estudio analizó los datos de seis investigaciones con casi 30.000 participantes a lo largo de más de 17 años.
Los investigadores concluyeron que consumir 300 miligramos de colesterol en la dieta al día aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 17% y la muerte prematura en un 18%.
Comer de tres a cuatro huevos por semana, según el estudio, se relacionó con un aumento del 6% en el riesgo de enfermedad cardiovascular y un aumento del ocho por ciento en el riesgo de muerte prematura.
Y comer dos huevos por día aumentaría el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 27% y el riesgo de muerte prematura en un 34%, según el estudio.
Si eres amante de los huevos a lo mejor deberías comer la clara y dejar la yema
A pesar de la dieta
Estas asociaciones son independientes de la edad, los niveles de actividad, si se es fumador o no,o si se tiene una presión arterial elevada.
De hecho, los investigadores afirman que no importa lo saludable para el corazón que es el resto de la dieta: cuanto más huevos consumas, mayor será el riesgo de problemas cardiovasculares, enfermedades coronarias, derrames cerebrales y muerte prematura.
«Nuestro estudio mostró que si dos personas seguían exactamente la misma dieta y la única diferencia era el consumo de huevos esta persona tendrá una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiaca», dijo la coautora del estudio Norrina Allen.