Los hechos ocurrieron en la zonas cercanas a montañas y valles de ese estado en el vecino país del norte
Al menos dos inmigrantes mexicanos están entre las 20 personas muertas en los devastadores aludes que arrasaron la comunidad de Montecito, California.
Uno de ellos es Martín Cabrera Muñoz, de 48 años, quien estaba durmiendo en la habitación que tenía en la casa de su jefe en East Valley Road cuando una avalancha de lodo acabó con la propiedad.
Muñoz trabajaba como jardinero y enviaba dinero a Guanajuato, México, donde viven sus hijos de 26 y 12 años, y una hija de 19.
Más que cualquiera, quería darles a sus hijos una vida mejor», dijo su hermana menor, Diana Montero, al diario Los Angeles Times.
Muñoz creció en Guanajuato y llegó a Estados Unidos en 1998 para acompañar a su madre. Era el segundo de ocho hermanos, y la mayoría de ellos vive en el sur de California.
Montero dijo que su hermano era muy trabajador y amaba bromear con su familia.
Escuchaba música todo el día, cualquier tipo de música mexicana, rock y KISS», recordó.
La familia de Muñoz abrió una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos funerarios; de los 15 mil dólares solicitados ya han recaudado 8 mil 500.
Otra mexicana fallecida por los deslaves es Marilyn Ramos, quien estaba dormida en la cama con su hija de 3 años, Kaelly Benítez, cuando el alud aplastó la casa que rentaban.
Ambas murieron, junto con Jonathan Benítez, de 10 años, primo de Kaelly.
Antonio Benítez, esposo de Marilyn, resultó herido, al igual que su hermano, Víctor, quien es papá de Jonathan.
Los hermanos migraron desde México y también se dedicaban a la jardinería.
Durante una visita a su casa en septiembre, Marilyn dijo a sus familiares que extrañaba su país y que esperaba regresar algún día.