En las últimas semanas, asesores de Fernández se han reunido con representantes de las facciones ideológicamente diversas.
La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner busca aliados en el peronismo como parte de su planeado regreso político para enfrentar en los comicios de octubre al mandatario Mauricio Macri y sus reformas económicas neoliberales. Pero no está resultando fácil.
La líder política de centroizquierda todavía tiene un amplio respaldo popular, pero sigue siendo una figura divisiva dentro del movimiento peronista, la fuerza política dominante de Argentina desde la década de 1940.
En las últimas semanas, asesores de Fernández se han reunido con representantes de las facciones ideológicamente diversas que conforman el movimiento.
Las reuniones, que en última instancia podrían ser infructuosas, han sido con peronistas más moderados que podrían ayudar a Fernández a ampliar su base de apoyo.
La exmandataria recibió este año el respaldo de líderes regionales del peronismo, que intentan aprovechar la popularidad de Fernández para impulsar sus propias candidaturas locales.
Pero la respuesta de otros líderes del peronismo a nivel nacional fue mayormente de rechazo, según fuentes entrevistadas por Reuters, lo que plantea un interrogante sobre su capacidad para vencer a Macri, un exempresario de centroderecha.