La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) cumple dos meses sin una persona titular de la dependencia y tendrá en 2025 menos recursos, pese a que se prevé un incremento en el flujo de migrantes que atraviesan territorio mexicano por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos para un nuevo periodo de cuatro años.
El exmandatario estadounidense, quien volverá a ocupar el cargo a partir del 20 de enero de 2025, se ha caracterizado por sus discursos y políticas antiinmigrantes, que ya ha provocado diferencias con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
En su campaña presidencial, Trump se comprometió a deportar a un millón de migrantes en el primer año de su administración.
A pesar de que organizaciones internacionales como Acnur han apuntado que más del 50 % de los extranjeros que cruzan por México huyeron de sus países de origen por violencia, amenazas o inseguridad, el presupuesto destinado al Instituto Nacional de Migración (INM) —la institución encargada de detenciones y deportaciones— será 35 veces mayor que lo previsto para atender a refugiados.
Hay sólo 13 oficinas y representaciones de la Comar en el país para que se pueda realizar el trámite de solicitud de asilo, en tanto que el INM tiene una sede en cada estado de la República.
“La situación de Comar en estos días retrata claramente el desinterés del Gobierno mexicano por tener políticas de inclusión y de refugio”, expuso en entrevista del especialista Tonatiuh Guillén, ex titular del Instituto Nacional de Migración en el primer año del sexenio pasado.
“Tenemos las poblaciones de refugiados más grandes de todos los tiempos, y debimos fortalecer por lo mismo a Comar y las políticas de inclusión; y del otro lado tenemos una Comar prácticamente inexistente en términos operativos”, abundó.
(ANIMAL POLÍTICO)
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