Estudios en América Latina y América del Norte reflejan una creciente proporción de mujeres víctimas de ese delito con el 80 por ciento de los casos.
Hay una serie de limitaciones que impiden conocer la verdadera magnitud del delito de trata de personas, las estadísticas en México son solo la “punta del iceberg” del problema, pues hay miles de casos y los propios resultados del servicio criminal que tienen una discrepancia dramática, sostuvo el Representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU), Jan Jarab.
Lo anterior lo dio a conocer en el foro «Retos de la política pública para la prevención de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual», organizado por el Centro Fray Julián Garcés de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para compartir elementos y reflexión sobre los retos que plantea la erradicación de la trata de personas en México y Tlaxcala.
En el contexto el diplomático, explicó que estudios en América Latina y América del Norte reflejan una creciente proporción de mujeres víctimas de ese delito con el 80 por ciento de los casos y más aún, también crece el número de niñas que son sometidas a ese flagelo.
En su intervención de bienvenida ante representantes de organizaciones sociales, instituciones públicas y directores de escuelas secundarias y bachilleratos, Jarab recomendó a los activistas y autoridades sumar a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en México en el mecanismo o estrategia de prevención y erradicación del delito, pues con sus facultades bien puede aportar para detectar a mujeres y niñas en situación de trata.