El presidente de la Junta de Gobierno pidió mesura y responsabilidad ante supuesta intervención y omisión de autoridades municipales en los plebiscitos
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Gabriel Biestro Medinilla pidió mesura y responsabilidad ante las declaraciones y acusaciones de la supuesta intervención de autoridades municipales en los plebiscitos de juntas auxiliares que se llevaron a cabo el pasado 27 de enero.
Durante la sesión pública ordinaria, Biestro Medinilla puntualizó que más allá de acusaciones lo que se tiene que analizar es el marco normativo en los plebiscitos de juntas auxiliares, el cual se ha quedado rebasado para los nuevos tiempos democráticos que vive la entidad.
El legislador consideró que las acusaciones no deben darse a la ligera, ya que, si existen pruebas, éstas deben presentarse ante la autoridad correspondiente; esto ante las acusaciones en Tribuna del diputado Oswaldo Jiménez López (PAN) por la supuesta intervención del Ayuntamiento de Puebla en los procesos plebiscitarios.
De igual manera, en su intervención el diputado Javier Casique Zárate (PRI) también se manifestó en contra de la forma en que se desarrollaron las elecciones de las Juntas Auxiliares, donde consideró que aún se registran vacíos legales para su desarrollo, por lo que solicitó plantear con seriedad la forma en que se elige a las autoridades, así como la capacidad de involucrar a los presidentes auxiliares en la planeación de su desarrollo, “para lo cual es necesario adecuar el marco normativo a los nuevos tiempos y exigencias actuales, de cara a las trasformaciones de este siglo”.
Por otra parte, el diputado Héctor Alonso Granados (Morena) señaló que es necesario asumir con máxima seriedad cualquier proceso electoral para lograr que en las próximas elecciones el proceso sea inmaculado.
Finalmente, el diputado Raymundo Atanacio Luna (PT), señaló que no se puede descalificar el trabajo de las autoridades municipales, ya que, si en algunos casos se tomó la decisión de suspender las elecciones, ésta obedeció a preservar el orden y la tranquilidad de los ciudadanos ante la efervescencia política