En 2017, el hijo mayor de la familia Roselló, Oliver, murió de manera súbita mientras la familia estaba en la playa.
Nuevamente a la familia Roselló los marcó la desgracia, el pequeño Julen, quien había caído a un pozo fue encontrado sin vida.
Apenas dos años atrás la familia había perdido a Oliver, otro de sus hijos. Oliver tenía tres años cuando en abril de 2017 sufrió una muerte súbita. Entonces, Julen apenas era un bebé.
Fueron dos semanas en los que esta familia y toda España estuvieron en vilo siguiendo los trabajos que mantuvieron la esperanza después de que el pequeño cayera el pasado 13 de enero por un estrecho pozo en una finca de Totalán.
«Lo enterrarán junto a su hermano», dijo un amigo de la familia en la puerta de su vivienda, después de que gracias a las tareas de rescates se lograra recuperar el cuerpo de Julen.
De acuerdo con medios españoles, la vivienda había sido el escenario de momentos de tensión y gritos.
A medida que los equipos de rescate se iban aproximando durante el viernes al lugar donde finamente fue hallado el niño, la tensión entre la familia crecía.
En torno a las 21 horas, José Roselló, padre del pequeño, tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios debido a un ataque de ansiedad. Unas horas después se producía el trágico desenlace.
Con información de Debate Mx