El 63 por ciento de los mexicanos carece un registro de gastos
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, más del 63% de los mexicanos dijeron no tener ningún tipo de registro de sus gastos; esto ocasiona que no puedan llevar a cabo una planeación o meta financiera durante el año.
Por ello, conocer nuestros gastos es el primer paso para un presupuesto familiar, no hacerlo pone en riesgo el futuro de la economía familiar.
Existen algunos consejos para que este año tú y tu familia disfruten de una buena salud financiera y logren todos sus objetivos:
1. Identificar ingresos y gastos fijos
En este momento es muy difícil saber exactamente todos los ingresos y gastos fijos que tendrán en el año, pero sí pueden hacer un estimado de sus ingresos fijos (sueldos y entradas seguras de dinero), así como tener una visión de aquellos gastos esporádicos a los que te enfrentarás (pagos de tenencias, seguros, predial, etc.).
Pueden empezar sumando el sueldo de los integrantes de la familia que aportan al hogar e incluir entradas adicionales como el aguinaldo y bonos que saben les esperan, y a este total restar los gastos fijos como la renta o hipoteca, servicios de gas, luz y agua, o colegiaturas.
En la sección de gastos fijos también se debe incluir aquellas deudas a meses con o sin intereses que ya se tengan. Con este simple cálculo, tendrán un estimado mensual y anual de los gastos familiares, pero lo más importante es que conocerán cuánto podrán ahorrar y desde ahora fijar límites y presupuestos para que al final de año logren sus objetivos. Recuerda que el mes de enero será esencial para mantener el control durante el resto del 2018.
2. Despedirse de lo innecesario
Si su presupuesto está muy justo o en números rojos, puedes empezar eliminado los gastos que son innecesarios. Por ejemplo, si mes con mes pagan un servicio de televisión por cable, pero lo usan muy poco, es un gasto que podrían eliminar.
Estos gastos que no aportan un beneficio a la familia pueden llegar a convertirse en “gastos hormiga” y afectar su economía. Aquí lo importante es hacer una evaluación honesta y eliminar todo lo que no es necesario.
Es importante que como familia tengan un propósito común y que todos estén comprometidos para lograrlo, así cuando se vean tentados imaginen ese viaje tan esperado de diciembre, así lo pensarán dos veces antes de quitarle dinero a ese propósito.
3. ¿Cuál es el objetivo?
El siguiente paso es establecer cuáles son los objetivos familiares y personales que tienen para este 2018. Por ejemplo, pensemos que todos se fijan como meta acabar con las deudas que han adquirido en los últimos meses.
Entonces, sería conveniente que establezcan todos los detalles desde ahora: ¿Cuál es la fecha límite que se pondrán para ello? ¿Cuánto pueden pagar mensualmente? ¿Qué deudas pagarán primero? También, es probable que alguien de la familia tenga algún objetivo en particular, como tomar algún curso o adquirir una nueva computadora.
También incluyan estos planes dentro del presupuesto familiar, ya que aunque sean gastos individuales, pueden llegar a repercutir sobre el total de los gastos.
4. Contemplen tener un “salvavidas”
Dentro de su presupuesto, consideren utilizar una parte del dinero para tener un fondo de ahorro para emergencias familiares. Este ahorro se puede convertir en un “salvavidas” ante una urgencia, como cambiar una tubería rota, pagar los servicios de salud de algún miembro de la familia o el deducible del seguro. Es recomendable que este fondo sea de entre 3 y 6 meses de sus ingresos.
5. Otro elemento importante: ahorro para el retiro
Muchas personas dejan fuera de la planeación financiera su ahorro para el retiro, pues lo ven como un “gasto” o prefieren usar ese dinero para gastos más inmediatos, ya que el retiro lo ven aún como algo muy lejano.
Sin embargo, cuanto antes empiecen a ahorrar para su retiro, mejor. Es recomendable que todas las personas que cuentan con ingresos fijos, consideren destinar al menos 10% de este ingreso mensual como ahorro voluntario en su Afore.
Recuerden que un “presupuesto” no es algo que esté escrito en piedra. De hecho, es muy probable que tengan que realizar algunos ajustes a lo largo del año en función de las circunstancias que se vayan presentando.
Mientras los ajustes sean menores y balanceados, no se preocupen si no cumplen al pie de la letra el presupuesto. Lo que sí no se puede romper es la planeación y el esfuerzo para que cada miembro de la familia aporte su granito de arena para alcanzar las metas familiares este 2018.