El pasado fin de semana, varios sismos moderados se registraron en México, despertando nuevamente el debate sobre la eficacia de los sistemas de alerta sísmica, señaló Eduardo Ismael Hernández, profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP, al hablar sobre el funcionamiento del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), sus limitaciones y sus avances.
Ismael Hernández compartió que el SASMEX es un sistema que surgió tras el devastador terremoto de 1985. Fue desarrollado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), una asociación civil que desde 1986 ha trabajado en perfeccionar esta tecnología con ingeniería mexicana.
Dijo que este sistema es reconocido oficialmente por las autoridades de los tres niveles de gobierno en México y cumple con los requisitos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la prevención de desastres naturales.
Explicó que El SASMEX consta de varios componentes esenciales:
Cuenta con una red de monitoreo con 96 estaciones distribuidas en los estados con mayor actividad sísmica como Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla.
Su tecnología de instrumentación permite registrar el movimiento de las ondas sísmicas y activar el protocolo de alerta si se detecta un sismo significativo.
El sistema de cómputo y algoritmos utiliza inteligencia artificial para evaluar rápidamente si un sismo amerita la emisión de una alerta.
De igual forma, el sistema de telecomunicaciones emite la señal de alerta sísmica a través de radio, televisión y otros medios conectados al sistema.
Uno de los puntos más importantes abordados por Eduardo Ismael fue la limitación del sistema en detectar sismos locales. Si un sismo ocurre cerca del epicentro urbano, como en el caso de microsismos en la Ciudad de México, el sistema no tiene capacidad de emitir una alerta sísmica efectiva debido a la proximidad del epicentro y la rapidez con la que las ondas sísmicas alcanzan la superficie.
Además, el SASMEX no tiene cobertura en todas las regiones del país. Por ejemplo, el estado de Chiapas carece de estaciones de monitoreo del CIRES, lo que limita la capacidad de detección y alerta en esa región. Aumentar el número de estaciones mejoraría significativamente el sistema, proporcionando más tiempo de antelación y precisión en las alertas.
En cuanto al funcionamiento de las alertas sísmicas automáticas en medios de comunicación, Ismael Hernández explicó que el sistema está diseñado para ser autónomo. Una vez que se detecta un sismo significativo, la alerta se activa automáticamente sin intervención humana, minimizando el riesgo de errores.
Ismael Hernández enfatizó la importancia de estar preparados y saber cómo reaccionar cuando se recibe una alerta sísmica. Recomendó a la población familiarizarse con las zonas seguras en sus hogares y lugares de trabajo, y participar en simulacros de evacuación. También destacó la necesidad de contar con un plan personal de protección civil y mantenerse informado a través de aplicaciones y sistemas de alerta oficiales.
Por último, dijo que la colaboración entre autoridades, científicos y la ciudadanía es fundamental para mejorar continuamente la respuesta ante estos fenómenos naturales.
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