Los primeros dos días de 2019 cientos de feligreses arribaron a la Basílica de Ocotlán para tocar el manto de la virgen y pedir por el año nuevo.
La Virgen de Ocotlán regresará a su nicho en la Basílica de la localidad después de recibir a cientos de feligreses que, como cada año, llegan los dos primeros días de enero a la comunidad para agradecer por el cierre e inicio del nuevo ciclo.
Desde la mañana del martes 1 de enero, las calles de Ocotlán se adornaron de luces, juegos y puestos de comida para recibir a los feligreses, mientras en las casas las familias más devotas abrieron sus puertas para recibir con el tradicional mole a familiares, amigos y visitantes.
Esta tarde, la Diócesis de Tlaxcala iniciará el camino de regreso de la Virgen a su nicho adornado de bajorelieves de oro de la morada que, desde ayer, no ha dejado de celebrar misas y recibir a los devotos de los estados del centro del país.
Cumpliendo con la tradición, a las 19:00 horas se realizará el rosario sacramental, ritual en el que los mayordomos de la comunidad suben a la virgen a su nicho, mientras se entonan las oraciones en uno de los primeros y más representativos centros de evangelización del estado.
Durante los días que la virgen dejó momentaneamente su altar, los feligreses se han acercado a tocar su manto mientras enlazan buenos deseos, proyectos, promesas y esperanzas esta tarde nublada en la ciudad de Tlaxcala.
Según la tradición, estos dos días se celebra la Solemnidad de la Santa María Madre de Dios que representa el inicio del ciclo y la renovación de los votos; representa además la antesala a la llamada «bajada de la virgen», que se celebra el tercer lunes de mayo y donde la Virgen recorre las principales calles de la capital como signo de esperanza.