Ser constructores e instrumentos de la paz, pidió a las autoridades el obispo de Tlaxcala Julio César Salcedo Aquino.

El llamado, tanto a las autoridades estatales y municipales, dijo, es una petición especial para la Virgen de Ocotlán para el pueblo tlaxcalteca.

Agregó que los servidores públicos, deben fortalecer el compromiso por la paz desde las diferentes instancias del ámbito local y sus propios contextos.

Al arribar la Virgen a las inmediaciones de la presidencia municipal de Tlaxcala, el obispo Salcedo Aquino puntualizó que la paz es «una artesanía» que debe involucrar a toda la población y sus diferentes instituciones, pues es como «una flor frágil que trata de florecer», de tal manera que los servidores públicos deben ser instrumentos de su creación y preservación.

Aunado a ello, señaló que es necesario recuperar el aprecio y valor de la familia, así como el bien común, la hospitalidad, el respeto a la casa común, la solidaridad, y combatir las desigualdades.

Por todo ello, Salcedo Aquino pidió a la Vírgen de Ocotlán «llevar la intención en el hueco de sus manos» y entregársela a Jesucristo, buscando el bien común para todos los sectores en Tlaxcala.

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