Estudiantes de Arquitectura de la BUAP diseñaron el nuevo espacio y supervisaron las obras. La escuela fue la primera en abrir después del sismo del 19 de septiembre.


La escuela primaria Aquiles Serdán de Santa Catarina Cuilotepec, del municipio de Tochimilco, fue uno de los edificios devastados por el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Gracias a la intervención de un equipo de estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la BUAP, quienes se dieron a la tarea de diseñar un nuevo proyecto arquitectónico y supervisar la ejecución de la obra, así como a la Fondazione La Stampa Specchio dei Tempi, que aportó la inversión, y la ONG Gruppo Umana Solidarieta, que estableció el vínculo entre ese organismo italiano y la Institución, hoy los más de 70 escolares desarrollan sus estudios en espacios dignos, adecuados, iluminados e integrados en un centro educativo. Gracias a ello, la escuela primaria Aquiles Serdán fue la primera de las escuelas afectadas por el citado sismo en abrir sus puertas después de este hecho.

Su inauguración tuvo lugar un día antes del inicio de clases del ciclo escolar 2018-2019. Hace más de un año, las tres aulas donde los menores realizaban sus actividades escolares y dos destinadas a las oficinas de la dirección quedaron prácticamente en ruinas.

La respuesta de los universitarios a tal desastre fue integrar equipos para verificar el estado de los inmuebles y elaborar los dictámenes respectivos.

Tal fue la contribución de los alumnos de Arquitectura Yazareth Vázquez Lobato, Luis Enrique Molina Horta, Jesús Manuel Mejía, José Andrés Marín Núñez y Erick Tapia Martínez, coordinados por el docente Pedro Vicente Santos Tello. En el caso de la primaria Aquiles Serdán, elaboraron el proyecto de obra, desde la demolición de la antigua estructura, hasta el diseño del nuevo edificio y la supervisión de la construcción.

Los trabajos de demolición comenzaron a principios de abril pasado, y la nueva escuela fue inaugurada el 19 de agosto, para las actividades del ciclo escolar 2018-2019. Además de las tres aulas con nuevo mobiliario, una sala de cómputo y la remodelación de los sanitarios, se construyeron nuevos espacios: áreas de cocina y comedor, así como una cancha de futbol. En la supervisión de la construcción de la obra participaron los estudiantes José Andrés Marín Núñez y Erick Tapia Martínez.

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