Con un código que compromete a las plataformas y anunciantes online a tomar medidas para evitar la difusión de noticias falsas.

La Unión Europea propuso el miércoles gastar más dinero en contrarrestar las noticias falsas en Internet, crear un sistema de alerta temprana para los gobiernos e instar a las compañías tecnológicas a adoptar más medidas para evitar la desinformación antes de las elecciones europeas del próximo año.

El plan de la Comisión Europea, que debe ser aceptado por los líderes de la UE, trata de frenar lo que Estados Unidos, la OTAN y la UE denominan intentos de debilitar las democracias occidentales por parte de Rusia a través de campañas de desinformación. Moscú ha negado dichas acciones reiteradamente.

“Hay pruebas sólidas que señalan a Rusia como fuente primaria de desinformación en Europa. La desinformación forma parte de la doctrina del Ejército ruso y de una estrategia cuyo fin es dividir y debilitar a Occidente”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip.

Antes de las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2019, la Comisión quiere ver que gigantes tecnológicos como Facebook y Google coordinen esfuerzos para eliminar publicaciones engañosas o ilegales. Esto incluiría contenidos que incitan al odio, al extremismo y a la venta online de productos falsificados.

Con un código que compromete a las plataformas y anunciantes online a tomar medidas para evitar la difusión de noticias falsas, la Comisión quiere que los mensajes difundidos de manera automática por máquinas o bots sean etiquetados como tal.

La propuesta también buscará el desarrollo de una sección más potente destinada a monitorizar e identificar la desinformación rusa, elevando el presupuesto del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la UE para esta tarea a 5 millones de euros, desde los 1,9 millones de euros en 2018.

Esta suma es mucho menor a los miles de millones de dólares que la OTAN y la UE dicen que Rusia gasta en desinformación, pero los gobiernos occidentales se muestran recelosos ante cualquier estrategia que pueda interpretarse como adoctrinamiento.

Rusia ha invertido en una organización mediática de vanguardia con cientos de periodistas en el extranjero con la intención de alejar al mundo de lo que llama propaganda occidental, la que ha bautizado como Sputnik. También es muy activa en internet y en redes sociales como Twitter.

Una tercera medida de la UE sería crear un mecanismo de “alerta temprana” que prevenga a los gobiernos para que puedan evitar el desarrollo de campañas de desinformación.