Por: Humberto Raya
Todo aquel que piense que el primer paso es el más difícil, está en lo correcto. Empezar algo diferente o nuevo genera estrés y miedo, además de incertidumbre. No sabemos si esto que estamos iniciando es lo correcto o si va a dar los resultados esperados. Lo peor es que oímos opiniones encontradas de qué hacer, cómo hacerlo, etc. También nos inundan con historias de terror que les han sucedido a otros que intentaron algo similar.
Hay miles de libros, videos y frases motivacionales para darnos ánimo a intentarlo, pero pocas veces encontramos quién nos pueda guiar de la mano en estos primeros pasos. La intención del artículo de hoy es mostrarte un posible camino donde sientas que no vas solo y saber paso a paso qué hacer y por qué.
Todos queremos que nuestra empresa mejore y la primer gran pregunta es: ¿Dónde debo de mejorar? Si partimos de la premisa que creé una empresa para ganar dinero ahora y en el futuro, entonces la respuesta obvia es que mi empresa debe ganar más dinero. Vamos un poco más a detalle con este concepto. Se puede ganar dinero de 2 formas: aumentando las ventas o reduciendo los gastos.
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El aumentar las ventas significa revisar el mercado, los clientes potenciales, los competidores, etc. Todos estos factores son conceptos externos que no podemos controlar directamente. Reducir los gastos significa buscar áreas donde estamos generando desperdicio y eliminar o reducir la fuente de dicho desperdicio. Esto si está dentro de nuestro control (la mayor parte de las veces) y es donde yo recomiendo empezar, pues las probabilidades de éxito son mayores.
Ahora bien, cuando hablo de desperdicio, lo primero que me viene a la mente es producto que se echa a perder y tiro a la basura. Sin embargo, hay mucho más allá de este simple concepto. Afortunadamente mis amigos japoneses han pensado muy a fondo el tema y descubrieron que hay en realidad 8 tipos de desperdicios. Aquí te explico cada uno y te doy un ejemplo breve que a mi me ha ayudado a entenderlos mejor:
- Transporte: estar moviendo producto constantemente. Por ejemplo, muevo el producto del camión a un lugar en mi bodega, de ese lugar a otro porque me estaba estorbando, de ahí lo vuelvo a mover porque lo tengo que contar, luego lo muevo de nuevo porque hay que reempacarlo. Después lo muevo para exhibirlo y finalmente lo muevo para enviarlo al cliente.
- Inventario: compras mucho más producto del que realmente estás vendiendo y ese dinero que ya gastaste, te vas a tardar en recuperarlo.
- Movimiento: un producto pesado lo pongo en un lugar que me queda elevado, así que batallo para bajarlo. Una herramienta que necesito todo el tiempo la guardo en un cajón al otro lado de la habitación, así que constantemente me tengo que trasladar para utilizarla.
- Espera: cuando alguien o algo no ha hecho su trabajo y yo no puedo avanzar hasta que ellos terminen primero
- Sobreproducción: producimos más de lo que realmente necesitamos solo porque queremos aprovechar que “la máquina está funcionando”. Y esto te va a generar también el desperdicio de inventario.
- Sobre proceso: hacemos operaciones de más o le ponemos a nuestro producto o servicio esfuerzo adicional o materiales extras que el cliente no percibe o no está dispuesto a pagar.
- Defectos: tenemos problemas de calidad que hace que constantemente haya productos o servicios por debajo de las expectativas del cliente que hay que retrabajar o tirar a la basura… o venderlos por debajo del precio que realmente nos conviene.
- Talento no utilizado: no tenemos a la gente adecuada en la posición ideal o los ponemos a hacer tareas que no añaden valor. Algo común es mandarlos a llamar a juntas que duran demasiado tiempo y para las cuales la mitad de los participantes ni siquiera eran necesarios.
Ahora bien, no todos los tipos de desperdicio afectan a todo tipo de empresas, pero casi todas las empresas enfrentan uno o más desperdicios. La clave para cada uno de nosotros es empezar a observar a nuestro alrededor, reclutar a nuestros colaboradores y empezar la cacería de dichos desperdicios. ¿No estoy muy seguro de poder identificar dónde estoy teniendo desperdicios? No te preocupes. Contáctanos en nuestras redes sociales y con gusto te orientamos. ¡Hasta la próxima, amigos!
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Foto: Especial