Esperanza Martínez pidió una reunión con el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa para ayudarla a tener justicia en contra del diácono Gerardo Espinosa Rubí, quien en 2021 abusó sexualmente de su hijo Abner y además fue sorprendido en fragancia, en la iglesia de San Juan Evangelista de la comunidad de Aquixtla.

En rueda de prensa, señaló que el sacerdote no ha recibido todavía una sentencia, pues el juez que lleva el caso, Francisco Orozco Treviño, ha otorgado diversos amparos al acusado, pese a que está demostrado que es violador y pedófilo.

La mujer mencionó que la Arquidiócesis poblana se ha lavado las manos, diciendo que no es de su jurisdicción el caso, sino de la arquidiócesis de Hidalgo. Por lo que pidió que la iglesia «no se haga de la vista gorda», ya que también es quien le ayudó a pagar los amparos.

«Mi hijo tuvo lesiones físicas que no fueron consideradas en su momento por los médicos legislas…Que la iglesia alce la voz, que no se haga de la vista de gorda, porque ellos son quienes le pagan los amaparos». 

La madre de Abner, informó que el caso está lleno de irregularidades, debido a que el 27 de octubre de 2021 fue aprehendido por primera vez y el 3 de noviembre vinculado a proceso por violación equiparada (porque el menor no sangro). Sin embargo después de casi dos años, fue liberado sin ninguna restricción ni medida cautelar a pesar de las pruebas.

Conto que el 17 de agosto de 2023 se logró girar una orden de aprehensión nuevamente y el 23 de ese mismo mes fue detenido.

Actualmente, Gerardo Espinosa Rubi se encuentra en prisión preventiva en espera de la sentencia. Por lo que solicita al juez que está vez si aplique todo el peso de la ley y que no le tiemble la mano para aplicar la Máxima Sentencia.

Esperanza Martínez acudirá por la tarde a Casa de Justicia para exigir que se aplique la ley en contra del abusador. 

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Foto: Especial