México tiene 30 siglos de cultura que no pueden ser influenciados por los Estados Unidos que apenas tiene 4.
El Día de Muertos es una tradición en México “que ahora está más viva que nunca” y que va en crecimiento, aseveró el Arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, Asesor Cultural de la UPAEP.
Agregó que la festividad del Día de Muertos comienza desde el momento en que la gente acude al mercado a comprar todas las cosas para colocar la ofrenda, “porque es una fiesta de familia donde todos se ponen a trabajar en la elaboración de cada uno de los elementos que conforman la ofrenda”.
Indicó que mucha gente se ha preguntado si esta festividad va en decadencia y la respuesta es no. “Es una de las tradiciones que va creciendo.
La fiesta de Muertos ya se extendió más allá de los límites mesoamericanos y de los estados del Norte del país en donde la gente celebra con mayor presencia estas fechas, porque no tienen el antecedente tradicional pero actualmente ya lo adquirieron, es decir, el centro del país ya los contagió del entusiasmo por la fiesta del Día de Muertos”.
Manifestó que ahora en esos lugares, hacen desfiles de catrinas, de alebrijes, concursos, lo que indica que esta celebración del Día de Muertos ya se extendió por todo el país y Centroamérica, porque también esta zona es parte de Mesoamérica y buena parte del territorio estadounidense, en donde incluso ya se pueden encontrar mercados de muertos.
El Dr. Eduardo Merlo acotó que el Día de Muertos es la fiesta más importante de México y del año, el pensar que los muertos vienen a comer a la casa tendrá unos 30 siglos de antigüedad, porque “es una comida que los vivos preparan muy elegante en honor de los muertos.
No es un altar religioso, aunque le pongan estampas de la Virgen María, de Jesús, o de algún santo, es sólo una tradición que tiene que ver simplemente con la idea de que nuestros muertos vienen del más allá, comen, están contentos, están iluminados, están conviviendo con la familia y se van con todo lo que puedan de la Ofrenda, Ellos se regresan cargados hasta el mundo en donde están descansando”.
Advirtió, la gente debe tener presente que el Muerto lo que quiere es comida, busca el olor del copal, quiere el olor de las flores y la luz que proporcionan los cirios, y la gente arregla las Ofrendas de acuerdo a como le enseñaron o de acuerdo a como su ingenio le dicta.
“No hay siete o nueve niveles, esos son inventos que se han cristalizado en las ciudades, en los pueblos se sigue la tradición con el respeto a todo lo que implica esta festividad”.
Enfatizó que la fiesta de Muertos, no tiene nada que ver con el horror, con los espantos, con la sangre o “con los muertos revividos, como los zombis, que sí tienen que ver con los festejos de nuestros vecinos del Norte y sobre todo con el norte de Europa en donde se inventó el Halloween (en donde los muertos regresan a los bosques para espantar a los vivos y se les ofrece comida para que estuvieran calmados y se fueran, el Día de Muertos no tiene nada que ver con ese tipo de festejos”.
Reiteró que la festividad del Día de Muertos se celebra en México del 28 de octubre al 2 de noviembre. “El Halloween comenzó hace 50 años aproximadamente en los jardines de niños, en donde las educadoras de aquellos años vieron que era muy atractivo pintar calabazas o hacer calabazas con ojos, nariz y boca o vestir a los niños con disfraces de brujas, vampiros o de diablitos y le gustó a la gente y es ahí cuando comenzaron a meter esa influencia”.
Por lo tanto, dijo que no se pueden comparar más de 30 siglos de cultura que es de lo que goza México contra los 4 siglos que tienen los Estados Unidos, es decir, no se puede comparar la influencia de unos con otros.