La Organización Internacional para las Migraciones, OIM, reveló que 686 migrantes murieron o desaparecieron en la frontera entre México y Estados Unidos en 2022, convirtiéndola en la más mortifera del mundo.
Los datos advierten que la cifra real podría ser mayor debido a la falta de datos oficiales de parte de ambos países.
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En esa frontera, rodeada de desiertos, ríos caudalosos, cañones y colinas con naturaleza salvaje, los migrantes son afectados por fuertes olas de calor en verano o de hipotermia en invierno, según las autoridades fronterizas estadounidenses. Incluso, dicen, algunos cadáveres nunca se encuentran.
La cantidad de muertes registradas en esa frontera, llamada por la OIM, la “ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”, representa casi la mitad de las 1.457 muertes y desapariciones de migrantes que el organismo documentó en todo el continente en 2022, el año más mortífero que se haya registrado desde que el Proyecto Migrantes Desaparecidos, MMP, de la OIM, comenzó a documentar.
El Resumen Regional Anual del Proyecto de la OIM de Migrantes Desaparecidos, revela que las muertes siguen en aumento, así como los peligros que enfrentan los migrantes. Paul Dillon, portavoz de la OIM, aseguró que estas cifras registradas «representan las estimaciones más bajas disponibles».
“Estas alarmantes cifras son un crudo recordatorio de la necesidad de que los Estados accionen firmemente”, aseguró Michele Klein Solomon, directora regional de la OIM para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. “Mejorar la compilación de datos es crucial. Porque luego los Estados trabajarán sobre la base de esos datos para asegurar que haya rutas migratorias seguras y regulares”, agregó.
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En 2022, casi la mitad de las muertes, 307, registradas en la frontera estaban relacionadas con la travesía por los desiertos de Sonora y Chihuahua, mucho mayor que en otras regiones desérticas en las que la migración prevalece. Por ejemplo, en el famoso desierto del Sahara, el año pasado murieron 212 personas, 95 menos que en la frontera sur de Estados Unidos.
Pero no son las únicas rutas peligrosas para los migrantes. «Una de las tendencias más preocupantes que la OIM ha visto en las Américas fue el aumento de las muertes en las rutas migratorias en el Caribe», comentó Dillon.
El proyecto registró 350 muertes en 2022 en el Caribe, en comparación con 245 en 2021 y menos de 170 registradas en años anteriores. La mayoría de las víctimas en esas rutas migratorias del Caribe eran migrantes originarios de República Dominicana, Haití y Cuba.
Foto: Especial