Texas ha movido una barrera de boyas que instaló en el río Bravo más cerca de suelo estadounidense, mientras los gobiernos de Estados Unidos y México protestan contra la medida autorizada por el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, para evitar que los migrantes ingresen al país.
El reposicionamiento de la barrera se realizó un día antes de que se lleve a cabo una audiencia en la que podría decidirse si las boyas se quedan o no. Texas comenzó a instalar las enormes boyas de color anaranjado sobre el Rio Grande —el nombre del río en Estados Unidos— el mes pasado, y el Departamento de Justicia federal no tardó en interponer una demanda contra el estado bajo el argumento de que la barrera podría repercutir en las relaciones con México y representar riesgos humanitarios y ambientales.
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Durante una visita el lunes a la ciudad fronteriza de Eagle Pass, donde se ubican las boyas, Abbott señaló que fueron movidas “por exceso de cautela” luego de lo que dijo fueron acusaciones de que se habían desplazado hacia el lado mexicano del río.
Foto: Especial