«En la democracia nunca nadie gana para siempre, ni pierde para siempre y la última palabra la tienen los ciudadanos”, sostuvo.
Para el presidente municipal de Puebla, Luis Banck Serrato se vive un momento de revanchismo en el Congreso del Estado, dominado por diputados que emanaron de la alianza Juntos Haremos Historia, al echar abajo varias reformas legislativas promovidas por el ex gobernador Rafael Moreno Valle y por la anterior legislatura.
En este sentido, sostuvo que su designación como presidente municipal sustituto tras la ausencia definitiva de Antonio Gali Fayad en 2016, fue legítima, pues el proceso se realizó en apego a la ley que modificó el Congreso local en 2015.
Señaló que la decisión de la anterior Legislatura para designar al sustituto de un presidente municipal fue “pensando que era una buena medida para asegurar los procesos de gobernabilidad en cualquier parte del estado”.
Además, dijo que tanto dicha modificación, como la reciente al artículo 52 de la Ley Orgánica Municipal que devuelve la atribución a los cabildos de nombrar al suplente del edil y que evitaría designaciones como la suya, fueron aprobadas por mayoría, por lo que ambas son “legales”.
Cuestionado sobre la negativa de legisladores y servidores públicos de MORENA para reducir sus salarios en un 50 por ciento, indicó que la congruencia entre las propuestas que hicieron en campaña y su cumplimiento serán evaluadas por los ciudadanos.
Consideró que hay un “revanchismo” de la actual Legislatura hacia el grupo morenovallista, pues son proyectos diferentes.
“Ahora MORENA tiene mayoría simple en el Congreso,así como hubo otra mayoría (PAN) en otro momento, así es la democracia, pero en la democracia nunca nadie gana para siempre, ni pierde para siempre y la última palabra la tienen los ciudadanos”, expresó.
Por ello, insistió que el actuar de todos los servidores públicos y legisladores está a la vista de los ciudadanos, quienes en su momento decidirán qué tan efectivas son las reformas que están haciendo para revertir las propuestas que impulsó el exgobernador Rafael Moreno Valle.