Los ingresos por recaudación tributaria equivalen a 12 por ciento del Producto Interno Bruto. El Servicio de Administración Tributaria (SAT), para aumentar la recaudación, tiene un sinnúmero de instrumentos.
El próximo gobierno federal no descarta una amnistía fiscal y el uso de otros instrumentos para aumentar la recaudación, con el fin de incrementar los ingresos para financiar los programas de gobierno, manifestó Arturo Herrera, co-coordinador del equipo de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
«El Servicio de Administración Tributaria (SAT), para aumentar la recaudación, tiene un sinnúmero de instrumentos. Uno puede ser acercarse a los contribuyentes, incluso a partir de amnistías»
Entonces, esto no está descartado, dijo en entrevista tras participar en un foro organizado por la calificadora Moody’s. Durante su intervención en el seminario El futuro del financiamiento de la infraestructura en México, Herrera indicó que en la primera parte del próximo sexenio la responsabilidad de aumentar los ingresos del gobierno federal recaerá en el SAT.
Explicó que los ingresos no petroleros, es decir, por recaudación tributaria, equivalen a 12 por ciento del producto interno bruto (PIB), nivel que se acerca al de naciones latinoamericanas, como Haití o Guatemala, aunque, agregó, la diferencia es que éstos no contaban con ingresos por crudo.
Para que la nueva administración decida en qué invertir en infraestructura, apuntó, será importante fortalecer las finanzas públicas vía ingresos. Recordó que López Obrador no busca cambiar la estructura de recaudación tributaria, es decir, no habrá ni aumento ni disminución de tasas impositivas en la primera parte del sexenio.
Reiteró que la inversión en infraestructura está por debajo de la media –3 por ciento– de países de América Latina.
Señaló que para hacerlo es importante contar con finanzas públicas ordenadas y una macroeconomía estable, así como respeto a la autonomía del Banco de México. Por otra parte, Herrera aseguró que el techo máximo de deuda pública será de 45 por ciento del PIB, cantidad que se buscará ir bajando.
En entrevista, Pablo Saavedra, director para México del Banco Mundial, recordó que en años recientes ha crecido la deuda del país y para este año se espera que llegue a 45 por ciento del PIB, por lo que mantener ese nivel como máximo o bajarlo es lo prudente. Es lo que ha estado ocurriendo en México en años recientes, y lo que hemos escuchado hoy es una continuación de esa dirección de prudencia.
Sobre la declaración del presidente electo de que el país está en bancarrota, Saavedra indicó que en términos macroeconómicos el país es muy solvente, pero a largo plazo se requerirá ampliar la base impositiva para cubrir las demandas y necesidades de la población en materia de educación, infraestructura y salud, entre otros.
Arturo Herrera indicó finalmente que el nuevo gobierno está abierto a la inversión de la iniciativa privada bajo el esquema de asociaciones público privadas, pero cuidarán los mecanismos adecuados y los riesgos. Subrayó que sólo Petróleos Mexicanos será caso aparte.