Después de ver las imágenes e información por los medios de comunicación se quedó pasmado.

“No sé, si es más feo vivir la tragedia o que te des cuenta por medio del televisor que mientras dormías decenas de gentes morían por un fenómeno natural”, recuerda Miguel Ángel Ruiz Lara, taquero de oficio por más de 25 años.

La tarde del pasado 19 de septiembre de 2017 después de las 13:00 horas, miles de mexicanos volvieron a vivir un temblor, como aquel que marcó varias vidas en 1985.

Sin embargo, no todos presenciaron el fenómeno natural como en el caso de Ruiz Lara, él tiene su puesto de comida rápida sobre la carretera federal Vía Corta Puebla – Santa Ana Chiautempan, a la altura del kilómetro 4.5, para ser específicos en la colindancia con Tenancingo y San Pablo del Monte.

Su venta inicia a las 20:00 horas de lunes a sábado, atiende su negocio hasta las 5:00 horas del siguiente día, al término se traslada a la central de abasto para surtir nuevamente su mercancía, se dirige a su casa mientras su esposa Socorro Landa lo espera con el desayuno, comparten los alimentos y su conyugue se va a trabajar un taller de costura mientras él duerme hasta las 17:00 para empezar nuevamente su rutina.

Para los tlaxcaltecas el 19 de septiembre será una fecha que se mantendrá presente por mucho tiempo, pero más aún si tienes alejada a tu familia y no hay manera de comunicarse.

“Yo llegó a la casa desayunó y como dicen por ahí me quedo rendido y duermo como piedra, en esa ocasión me dormí como a las once de la mañana, fue una madrugada ajetreada, gracias a Dios tuve muy buena venta, descanse muy bien solo que cuando desperté pensé que era una pesadilla”.

Explicó todos las mañanas despide a su esposa y posteriormente se acuesta para reponer energías, “No sé qué pasó, ese día algo me decía no te duermas, pero tenía mucho sueño, en esta casa solo vivimos mi esposa y yo, ya mis dos hijos ya se casaron tienen sus parejas y sus hijos, mi esposa se fue, yo me quede y no hubo quien me despertará”, recordó.

En la plática explicó que se enteró de los sucedido pasadas las 15:00 horas de ese martes, ya que sus familiares y conyugue fueron a corroborar si se encontraba bien, pues no se comunicó con nadie.

“Uno de mis vecinos de acá me gritaba y entre sueños recuerdo, ¡abre!, ¡abre! decía, estas bien, apoco no sentiste el temblor me dijo el Nacho, le pregunte cual temblor de que hablas, prendí la tele y vi la realidad, en seguida llegó mi esposa llorando y me regaño que porque no me comunique”.

Añadió que después de ver las imágenes e información por los medios de comunicación se quedó pasmado y en su interior se preguntaba ¿Qué hubiera pasado si el cuarto donde dormía se hubiera derrumbado?.

“Me dice el Nacho, si en Tlaxcala estuvo tranquilo, vieras en Puebla está muy feo, pobres, mucha gente murió, en ese momento quise llorar, no supe que hacer, solo confié en mi Dios que fue quien me cuido”

Al término de la plática, aseguró que antes de dormir le pide a Dios que vele su sueño y en caso de presentarse un fenómeno natural como el del año pasado, le permita abrir los ojos para no arriesgar su vida mientras descansa.

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